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CPH:DOX 2020

Crítica: Songs of Repression

por 

- La ganadora del DOX:Award, dirigida por Estephan Wagner y Marianne Hougen-Moraga, es un singular ejemplo de un tratamiento sobrio, considerado y matizado de un tema potencialmente incendiario

Crítica: Songs of Repression

La ganadora del DOX:Award en la última edición de CPH:DOX, Songs of Repression [+lee también:
tráiler
entrevista: Estephan Wagner y Marianne…
ficha de la película
]
, una producción danesa codirigida por Estephan Wagner y Marianne Hougen-Moraga, representa un ejemplo poco habitual de un tratamiento sobrio y sensible de un tema particularmente propenso al sensacionalismo.

La película se centra en una comunidad rural llamada Villa Baviera, ubicada al pie de los Andes chilenos. A pesar del entorno idílico, donde sus 120 habitantes se dedican a criar ganado y abejas, además de cultivar frutas y verduras, el lugar cuenta con un pasado muy oscuro. Hace años, Villa Baviera era conocida como Colonia Dignidad, una comunidad evangélica fundada en 1961 por un grupo de inmigrantes alemanes liderados por el infame Paul Schäfer, arrestado en 2006 y fallecido en 2010. En la actualidad, los miembros restantes de esta congregación deciden contar su historia a los cineastas, y se dan cuenta del alcance real de los traumas que sufrieron e infligieron a otros.

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La colonia operaba bajo el férreo liderazgo de Schäfer, que creó un sistema heredado de su pasado nazi en Alemania. Todos los miembros de la comunidad se espiaban unos a otros, las brutales palizas en grupo eran algo cotidiano, y tanto los niños como las niñas sufrían regularmente abusos sexuales. Todo esto se llevó a cabo con el pretexto de buscar la verdad, la honestidad y la pureza, siguiendo las enseñanzas de la Biblia.

Dentro de la comunidad, las mujeres eran consideradas personas de segunda clase. En un momento especialmente revelador, una de ellas se muestra sorprendida ante la idea de que el amor y el sexo sean conceptos que deberían ir de la mano. Para ella, el sexo siempre había sido un castigo. De hecho, muchos de los entrevistados reconocen que no sabían nada al respecto, ya que no habían tenido forma de aprender dentro de esta comunidad aislada. Por otra parte, los habitantes más mayores, que viven en una residencia dentro del pueblo, parecen todavía menos conscientes de los hechos.

Los realizadores van revelando gradualmente el trasfondo histórico del lugar a través de intertítulos narrativos, evitando cualquier tipo de imágenes de archivo. De hecho, ni siquiera vemos una sola fotografía de Schäfer en toda la película. En cambio, a través de las entrevistas, los personajes revelan su sufrimiento y remordimientos. No parecen tener ningún tipo de trastorno mental o físico, pero a través de su lenguaje corporal, su mirada y sus expresiones faciales entendemos que cada uno de ellos oculta un trauma profundo. La película logra transmitir esta sensación mediante unos encuadres cuidados y una edición paciente y medida.

La película demuestra una gran comprensión y afecto en la forma en que representa a los protagonistas, lo cual requiere una sensibilidad particular que nace de un trasfondo personal. Tanto Wagner como Hougen-Moraga crecieron con historias sobre Colonia Dignidad, el primero en Chile durante el régimen de Pinochet y la segunda en el exilio en Dinamarca. Sin embargo, cuando la película explora la colaboración entre Schäfer y el régimen, que había convertido los terrenos de la comunidad en fosas comunes para los opositores políticos de Pinochet, los cineasta se alejan de este enfoque para mostrar las tensiones internas en el pueblo.

Songs of Repression es una obra equilibrada y sobria, conmovedora y llena de matices. Se trata de un documental muy humano, que marca el camino a seguir para otras películas que traten temas tan incendiarios. Es una producción de la danesa Final Cut for Real con coproducción de la neerlandesa Viking Film, mientras que la austríaca Autlook Filmsales se encarga de los derechos internacionales.

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(Traducción del inglés)

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