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PELÍCULAS / CRÍTICAS España

Crítica: La viajante

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- El primer largometraje de Miguel Mejías adopta un tono íntimo y reflexivo con un relato sobre el viaje de una joven entomóloga en busca de su identidad

Crítica: La viajante
Ángela Boix en La viajante

En muchas culturas, se cree que la mariposa es la forma que adoptan las almas de los difuntos cuando regresan al mundo para visitar a los vivos. Un asombroso ejemplar de esta criatura aparece ante los ojos de Ángela, la protagonista de La viajante [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, el primer largometraje de Miguel Mejías, que ha tenido su estreno mundial dentro de la sección New Imprints en el Trieste ShorTS International Film Festival (del 4 al 12 de julio).

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Ángela (Ángela Boix) es una treintañera que ha perdido recientemente a su madre (Franciska Ródenas) a causa de una enfermedad incurable. Esta era una entomóloga que inculcó en su hija una pasión, o más bien una obsesión, por las polillas y los escarabajos. La propia existencia de Ángela parece avanzar a la velocidad de un insecto al que le falta una ala. Su vida amorosa se reduce a encuentros fugaces con un joven trabajador de un parque de atracciones, con el que mantiene relaciones sexuales en el asiento del copiloto de su viejo coche, evitando cualquier contacto físico innecesario. Sin embargo, las mariposas también son un símbolo de libertad, por lo que la joven decide abandonar la ciudad para enterrar las cenizas de su madre en el desierto donde iban a recoger insectos cuando Ángela era solo una niña. Después, se dirige hacia el norte sin un destino particular en mente.

Tras acabar sus estudios de cine en la Escuela Universitaria de Artes TAI de Madrid, el tinerfeño Miguel Mejías filmó varios cortometrajes (casi siempre con su musa Ángela Boix) antes de trabajar en su debut cinematográfico, en el que Amanda Lobo colabora como guionista. Inspirándose en los trabajos de Bernardo Bertolucci y Wim Wenders, Mejías apunta hacia una forma de cine íntima y reflexiva, con muchos rasgos formales propios de las películas artísticas: escasos diálogos, cámara fija, tomas panorámicas lentas, pocas localizaciones, división de la obra en capítulos (en este caso: 1. La ciudad, la Madre; 2. Tierra sin nombre; 3. Anhelo por el Infinito), un guion centrado en la incomodidad existencial y la incomunicación, y protagonistas que han perdido sus vínculos con el mundo.

Filmado en tres islas distintas de Canarias, el viaje de Ángela en busca de su identidad continúa después de recoger a un autoestopista misterioso (el gallego Miquel Insua), que viaja de vuelta a casa. Se trata de un antiguo profesor de literatura y un borracho que lee poemas del "Capital del dolor", del surrealista Paul Éluard ("...escuchar la eternidad en el sonido de un insecto..."), y que alberga malas intenciones, ya sean  homicidas o suicidas. El instinto mortal de Ángela es igual de intenso, y se ha visto incrementado durante el proceso de duelo, tomando formas inesperadas como la necesidad de filmar a un hombre que acaba de ahorcarse ante sus propios ojos en un bosque, con la distancia propia de una entomóloga.

Todo esto a través de su vieja Cosina Super 8, una cámara japonesa heredada de su madre, que desempeña el verdadero papel protagonista en la cinta. De hecho, el vínculo más cercano entre esta película y la "Road Trilogy" de Wenders lo encontramos precisamente en el punto de vista de un dispositivo mecánico. La viajante enfatiza esta idea a través de las viejas cintas filmadas por la madre de Ángela en Super 8, de las que vemos destellos a lo largo de la película, editada por el propio director junto con Óscar Santamaría y Sergio Jiménez. Estamos ante un auténtico homenaje al cine, su confección y artesanía, al punto de vista que ofrece la cámara y su capacidad para ofrecer una perspectiva sobre los misterios de la vida y la muerte, y sobre el significado del mundo.

A pesar de cierto grado de autocomplacencia, el compromiso del equipo, compuesto por jóvenes productores independientes, un director y un equipo técnico nacido en las Islas Canarias, es indiscutible (como lo es la excelente fotografía del prometedor Pablo G. Gallego).

La cinta es una producción de Digital 104 (que también se encarga de las ventas internacionales) y Volcano Films. El estreno de la película en cines españoles corre a cargo de Begin Again Films.

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(Traducción del italiano)

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