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VENECIA 2020 Fuera de competición

Crítica: Mosquito State

por 

- VENECIA 2020: El tercer largometraje del director y productor Filip Jan Rymsza se centra en un analista de Wall Street que sufre una plaga de mosquitos

Crítica: Mosquito State
Beau Knapp en Mosquito State

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, estrenada fuera de competición en el Festival de Cine de Venecia este fin de semana, es una de esas películas que podemos describir como una simple suma matemática, en consonancia con su ambientación en el centro financiero de Nueva York. En esencia, es La Mosca + American Psycho, con un toque de Franz Kafka. Pero en este caso, la imitación aceptable de dichas películas demuestra que Rymsza ha dirigido y producido una película irritante, que merece un poco de insecticida, como el insecto del título.

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Filip Jan Rymsza es conocido por haber producido la restauración del famoso largometraje “perdido” de Orson Welles, Al otro lado del viento, estrenado en Venecia hace dos años. En esta ocasión, vuelve sentarse en la silla de director después de dos películas poco exitosas en la década del 2000, con una película ambiciosa y sincera que resulta difícil de recomendar. Más allá de la copia de Cronenberg, la definición correcta de su tono serían los indulgentes retratos de masculinidad turbulenta del “enfant terrible” Vincent Gallo.

Mosquito State es un drama de época sobre un pasado muy reciente. Es agosto de 2007, y el mundo parece un lugar más inocente y pintoresco, pero que ya muestra indicios del planeta en declive actual. Hasta los insectos podrían considerarse un indicio accidental de una plaga infecciosa inminente. Richard Boca (Beau Knapp) es un destacado analista cuantitativo, que ha proporcionado un modelo lucrativo para que una empresa de Wall Street capitalice el comercio especulativo. La película sigue su vida vacía después de ser picado por un mosquito en el baño de hombres, un hecho que tendrá consecuencias transformadoras. Sin embargo, el bloqueo de esta secuencia se parece más a Spider-Man que al tono cronenbergiano que busca Rymsza.

Más allá de estar ambientada a mediados de 2007, también tiene las políticas de género y las actitudes cerradas de algunas películas de la época. Un interés amoroso, Lena (Charlotte Vega), es estrictamente ornamental, tratada sin el asombro que ella muestra hacia los otros protagonistas. El argumento gira en torno a la situación de Boca como una especie de genio incomprendido, un profeta que vio un colapso financiero antes que sus complacientes superiores. Pero tanto esto como su modelo de valoración se presentan de forma imprecisa, sin una analogía real o satírica con lo que ocurrió en realidad. Todo esto hace que La gran apuesta, de Adam McKay, parezca un modelo de análisis sobrio.

Además de la sensación de retroceso, algunos efectos especiales flojos hacen que la película sea difícil de tomar en serio. El diseño de producción de la escenografía contrasta con los efectos exteriores de pantalla verde, que apenas parecen reales, pero que contribuyen a la sensación de rareza. Más exitosas son las representaciones de plagas de moscas, que se corresponden con la alienación de Boca de su trabajo y de sí mismo. A pesar de su brillantez formal, Cronenberg tenía talento para las metáforas físicas que expresaban verdadero patetismo. El principal error de esta película es su incapacidad para fusionar sus ideas, que son pertinentes para ser exploradas desde un punto de vista moderno. Flotan, amenazantes pero prescindibles, como una mosca golpeando la pantalla.  

Mosquito State es una producción polaca de Włodzimierz Niderhaus y Maciej Stanecki para WFDiF, y Royal Road Entertainment.

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(Traducción del inglés)

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