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SAN SEBASTIÁN 2020 Proyecciones Premio Donostia

Crítica: Falling

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- El debut como director de Viggo Mortensen se proyecta en San Sebastián, en donde el actor y ahora cineasta recibe un Premio Donostia a su carrera

Crítica: Falling
Viggo Mortensen y Terry Chen en Falling

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, que había sido etiquetada por la Selección Oficial de Cannes 2020 y ha formado parte de la selección del Festival Internacional de Cine de Toronto, aterriza ahora en el Festival de Cine de San Sebastián, donde se presenta en una proyección especial en honor a su director, escritor, actor y compositor, Viggo Mortensen, que recibe el Premio Donostia a la trayectoria. Y es precisamente por su carrera como actor, ya que ha trabajado con Jane Campion, Lisandro Alonso, Peter Jackson y David Cronenberg (que hace un pequeño cameo en Falling), que su debut como director despierta tanto interés.  

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Falling sigue la problemática relación entre un padre gruñón y su intimidado hijo. Está contada a través de múltiples flashbacks, ya que la tumultuosa historia familiar surge cuando la memoria del padre, agonizante, empieza a desvanecerse. Es una historia de emociones reprimidas narradas en un tono elegíaco. El padre, Willis, es interpretado por Lance Henriksen a los 75 años y por el actor Sverrir Gudnason, de Borg/McEnroe [+lee también:
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, entre los 23 y los 43 años. El hijo, John, es interpretado por Mortensen, de 50 años, y por cinco actores jóvenes hasta los 16 años. Las primeras palabras del diálogo, el día que John nace, configuran el pensamiento deformado que atormenta a Willis: “Siento haberte traído a este mundo, podrías morir”.

Willis es racista, homófobo y misógino. Y probablemente son sus mejores virtudes. Su masculinidad tóxica llega a ser insoportable cuando maltrata a la madre de John, Gwen (Hannah Gross), a su novia, Jill (Bracken Burns), o a su hija, Sarah (interpretada por Laura Linney en una escena crucial durante una cena en Los Ángeles). La mala relación entre el padre y la hija es el motivo por el que John es la única persona que se siente responsable de su padre, a pesar del racismo y la homofobia de Willis hacia el marido de John, Eric (Terry Chen). Siempre es desalentador ver cómo los padres arruinan los sueños de sus hijos, pero Falling también contiene un poco de alegría, ya que hay supervivencia y evolución, aunque los hijos tengan que mudarse a miles de kilómetros de Illinois para encontrar la paz.

El primer recuerdo significativo establece a John como un pato muerto. No será la única vez que los animales se usen con un valor metafórico. Mortensen también nos hace saber en qué año se están desarrollando los acontecimientos mediante la política: en una parte se menciona la Crisis de los Misiles y hay una fotografía de Obama en la nevera de John y Eric. Mientras la infancia de John sigue la misma trayectoria que Betty y Don Draper en Mad Men, su hija, Monica (Gabby Velis), está creciendo con honestidad y apertura, y Eric parece ser el responsable.

Si bien es cierto que Falling es tan implacable en su descripción negativa de Willis que puede parecer monótona, no es una crítica, ya que Mortensen quiere transmitir el terror que sienten los que rodean a Willis. Las actuaciones son sólidas y Mortensen se mantiene en la cima, a pesar de que todo el trabajo que hace detrás de cámara tiene un toque de Clint Eastwood.  

Falling es una coproducción entre Canadá, Reino Unido, Estados Unidos y Dinamarca. Han intervenido Perceval Pictures e Ingenious Media en asociación con HanWay Films, Scythia Films y Zephyr Films. HanWay Films gestiona las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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