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DOK LEIPZIG 2020

Crítica: 80,000 Schnitzels

por 

- El documental semiautobiográfico de Hanna Schweier revela un inesperado conflicto interior en la historia de su hermana, que trata de salvar la posada y la granja de su familia

Crítica: 80,000 Schnitzels

Cuando lees el título del primer largometraje documental de la directora alemana Hannah Schweier, 80,000 Schnitzels [+lee también:
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ficha de la película
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, esperas encontrarte ante una película reconfortante, donde probablemente aparezca una abuela. No obstante, seguramente nadie espera encontrarse ante una historia que analiza la naturaleza de nuestros deseos, expectativas y sueños, y que trata de una saga familiar de múltiples capas, cuyo punto de unión con las generaciones pasadas es una posada (gasthaus).

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Zollhaus es una posada, que asimismo cuenta con una granja, ubicada en la región del Alto Palatinado de Baviera, que está al borde de la quiebra y que pertenece a la familia de la directora, pero la regenta su abuela Berta. Hannah comienza a grabar la película cuando su hermana pequeña, Monika, decide salvar la posada. La película sigue el día a día de Berta y Monika durante un año.

La película, que se divide de forma en la que cada capítulo corresponde a una estación diferente, comienza en otoño, y gracias a la voz en off directa y sensata de la directora, descubrimos la historia de la posada. En un principio, el marido de Berta la fundó y regentó, y le sucedió uno de sus hijos, que era hermano de la madre de Hannah y Monika. No obstante, murió a los 55 años sin haber terminado ninguna de las mejoras en las que invirtió. Sumido en la deuda, Zollhaus pasó a manos del hijo del fallecido, que asimismo murió a causa de un coma etílico cuando solo tenía 25 años. Por tanto, la única que quedaba para regentar la posada, así como para cocinar para los huéspedes y para cambiarles las sábanas era Berta. Mientras tanto, un par de trabajadores se encargaban de la granja y de sus vacas, lo que suponía una pequeña fuente de ingresos, puesto que vendían productos lácteos.

Berta acepta que Monika le ayude, pero no siempre aprueba sus planes. La posada todavía acumula muchas deudas, y mientras que Berta insiste en gestionarla como siempre se ha hecho, su nieta se da cuenta de que sería conveniente que las habitaciones se modernizaran instalándoles cocinas donde los huéspedes se pudieran preparar la comida. Esto supone una fuente de tensión para este peculiar par de mujeres.

No obstante, el conflicto principal de la película lo protagonizan la directora y su hermana. Esto es algo que descubrimos en el capítulo invernal por medio de una historia de fondo sobre su infancia. Su padre era un hombre al que le encantaba viajar y, para él, cualquier excusa era buena para hacerlo. Viajaba mucho con su familia, y ahí es de donde proviene el entusiasmo de Monika y Hannah por los cambios constantes. Esto avivó los sueños que tenían respecto al futuro. Monika quería ser médica e investigadora científica para poder hallar la cura de diversas enfermedades, mientras que el sueño de Hannah era ganar una Palma de Oro o, si no, un Óscar.

Ahora, pasada la treintena, las dos se preguntan si esos sueños podrán cumplirse algún día. De hecho, Hannah introduce este tema en la película sin hablarlo directamente con Monika. En cambio, su autorreflexión, acompañada de vídeos caseros en los que vemos a las hermanas en distintas etapas de su infancia y adolescencia, se ve sustentada por Berta y sus ideas anticuadas sobre cuándo una mujer debería casarse y tener hijos. Estas ideas ya no le parecen tan anticuadas a la directora, y Monika, finalmente, se vuelca en trabajar en la posada, tal y como hizo en el pasado con la medicina.

Schweier es muy dura con su familia, pero sobre todo con ella misma. Este es uno de los motivos por los que la película parece algo ruda y forzada, pero sincera.

80,000 Schnitzels, que se estrenó a nivel mundial en el 63º Festival Internacional de Largometrajes Documentales y Películas de Animación DOK Leipzig y que ganó el Premio Ver.di a la Solidaridad, Humanidad y Equidad, es una coproducción de la compañía berlinesa Zum Goldenen Lamm y ZDF.

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(Traducción del inglés por Patricia Caravaca Blasco)

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