26/11/2020 - El último largometraje del veterano cineasta húngaro István Szabó es una calmada contemplación de la vejez

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entrevista: István Szabó
ficha de la película] retoma constantemente una composición de cámara cuya descripción parece el esquema de un chiste. En varios momentos de la historia, vemos la divertida imagen de un médico (Klaus Maria Brandauer) y un sacerdote (Károly Eperjes) sentados uno frente al otro en un desvencijado velero que se tambalea en un lago pequeño y pantanoso. Se intercambian comentarios secos; el barco es un santuario de su pequeño pueblo húngaro, al que ambos odian. El tono, que oscila entre condescendiente e irónico, está presente en toda la película. Final Report, la nueva película de István Szabó, se estrenó el pasado mes de febrero en su país de origen, Hungría; y ayer en la sección principal del Festival Black Nights de Tallín. 

Final Report es, ante todo, una película “tardía”, una obra consciente de sí misma, autorreferencial, que actúa como un resumen de la carrera cinematográfica del director. Szabó empezó su carrera con películas a pequeña escala sobre la vida en Hungría, antes de inclinarse hacia proyectos más ambiciosos como Mephisto (que recibió el Óscar a Mejor película extranjera) y Colonel Redl, con su musa, el actor alemán Klaus Maria Brandauer. Brandauer regresa en el papel de un profesor de medicina despedido, obligado a volver a su pueblo natal a trabajar. La analogía con el estatus de Szabó en el universo cinematográfico es inconfundible, y el “informe final” corresponde a la opinión del cineasta sobre el estado de la sociedad actual y, en particular, de la Hungría moderna, como su alegre y apasionado protagonista. 

El principio de la película es convincente y se desarrolla como una picante comedia burguesa de humillación tardía, como las que se han hecho en los últimos años en Gran Bretaña, con su realeza de actores veteranos (Le Week-End [+lee también:
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ficha de la película], The Lady in the Van [+lee también:
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ficha de la película]). Brandauer (el nombre de su personaje, Ivan Stephanus, es una alusión al director) es reducido como si fuera un profesional una cuarta parte de su estatura: al parecer, se han destinado demasiados fondos a la investigación médica. Su esposa (Dorottya Udvaros) es una famosa cantante de ópera, otra industria que requiere subsidio estatal. La única opción de Ivan es volver a su pueblo natal como médico local, donde también ejercía su padre (el padre de Szabó también era médico). 

A continuación, sale a la luz la naturaleza indulgente de la película: en el pueblo se encuentra con más desdén y celos, además de un oponente en la figura escurridiza del alcalde (András Stohl), que no pagará el equipamiento médico necesario y que quiere convertir el lugar en una trampa para turistas. Muchas grandes películas autorreferenciales tienen un elemento de autocrítica; en este caso, Ivan es casi una deidad que representa lo bueno y lo sofisticado, el último bastión contra un país con un alma enferma. En el punto más retrógrado, las mujeres más allá de su esposa, desde su asistente a la directora del coro de iglesia (Éva Kerekes), conocida como “Cantante Erszi”, caen en sus brazos, por lo que es percibido como el donjuán del pueblo.   

Final Report es sincera en su propósito, ya que pretende dibujar una línea desde la conciencia política de las obras anteriores de Szabó a la crítica social contemporánea, con el estilo de polvo poético de Fresas Salvajes. Pero su defecto es permitir que una broma ingeniosa a expensas de la corrupción se convierta en un sermón autocomplaciente.  

Final Report es una producción húngara, llevada a cabo por Film Street y Filmkontrol. NFI World Sales - National Film Institute Hungary gestiona las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)