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BERLINALE 2021 Berlinale Special

Crítica: Tides

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- BERLINALE 2021: Tim Fehlbaum convoca el fantasma húmedo de Kevin Costner en Waterworld y demuestra que el concepto de tierra firme es efectivamente un mito

Crítica: Tides
Nora Arnezeder en Tides

A pesar de un comienzo prometedor, donde una voz solemne le dice a alguien que no tenga miedo (aunque debería), ofreciendo una lista de todas las cosas que salieron mal en el pasado, y que recuerdan bastante al 2020 ("Cambio climático. Pandemia. Guerra"), Tides [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, la nueva cinta de Tim Fehlbaum presentada en la sección Berlinale Special de la Berlinale, vuelve a sumirnos en un mundo de ropas harapientas y mucha agua. Tanta, que hay 14 palabras para describirla. Estamos ante otro de los títulos que demuestran que la programación del encuentro alemán es realmente ecléctica en esta edición. Aunque, ¿a quién no le gustan las sorpresas?

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La película evita de forma inteligente la necesidad de incluir escenas potencialmente costosas mediante un breve resumen sobre la situación actual de la Tierra: inhabitable y completamente sumergida, después de que una "élite gobernante" se marchase hace tiempo a Kepler 209. Hasta que llega el momento de traer a algunos de vuelta. Tal vez solo estaban aburridos, ya que escapar de la Tierra tuvo un precio: los ciudadanos de Kepler son ahora  completamente estériles. Dos de los astronautas enviados de vuelta al planeta, entre ellos Louise Blake (Nora Arnezeder), tienen problemas a su llegada con un grupo de saqueadores nativos, que la arrojan sin miramientos a un pozo, junto con el otro miembro de la tripulación que apenas ha sobrevivido (Sope Dirisu), aunque todavía esperan su ayuda cuando surge la necesidad. No hay tiempo para resentimientos, ya que, tras sufrir un ataque, la única opción es unir fuerzas. De nuevo, ¿a quién no le gustan las sorpresas?

Hay que reconocer que Tides, filmada en inglés (lo que podría mejorar sus perspectivas después del circuito de festivales, al igual que la presencia de Roland Emmerich entre los productores ejecutivos), luce realmente bien. Esto se debe principalmente al trabajo del director de fotografía Markus Förderer, quien también participó en Independence Day: Contraataque, lo cual es algo positivo en este caso. Entre los demás personajes, todos perpetuamente empapados y con el pelo pegado a la frente, Arnezeder destaca en su papel de tía dura a lo John McClane. La forma en que mira a los niños, o cómo reacciona cuando vuelve a tener la menstruación, revela un anhelo que la vida en Kepler simplemente no podía saciar, y sus palabras suenan genuinas. Sin embargo, su personaje no tiene nada que hacer, además de cargar con traumas paterno-filiales que parecen casi obligatorios en este tipo de películas, desde Origen hasta Ad Astra.

Ambientada al menos 100 años después del aterrizaje del hombre en la luna, un evento conmemorado a través de una bonita caja de cerillas que pasa de un personaje a otro como una herencia familiar, no estamos ante una historia muy distinta a la de Waterworld y su famoso "¡No os quedéis ahí parados, matad a alguien!”. De hecho, resulta casi extraño lo aburrida que es, animada momentáneamente por la aparición de Iain Glen (Juego de Tronos) con una sonrisa siniestra. Y también es extraño lo familiar que parece todo, casi como una recopilación de rasgos reconocibles en lugar de una película en sí misma. Por otra parte, algunos podrían decir que en realidad nos gusta aquello que conocemos.

Tides es una producción de la alemana BerghausWöbke Filmproduktion y la suiza Vega Film. Las ventas internacionales corren a cargo de Mister Smith Entertainment.

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(Traducción del inglés)

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