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BERLINALE 2021 Panorama

Crítica: Souad

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- BERLINALE 2021: La cinta de Ayten Amid, etiquetada por Cannes 2020, es un conmovedor retrato de tres jóvenes egipcios y el trágico evento que los une

Crítica: Souad
Basmala Elghaiesh (izquierda) y Bassant Ahmed (derecha) en Souad

En esta reveladora película del prometedor cineasta egipcio Ayten Amin, la existencia está mediada por la tecnología, incluso a merced de ella. Con un auténtico naturalismo que se ve superado por saltos radicales de localizaciones y puntos de vista, Souad [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
 supone un paso seguro en el foco de los festivales de cine para el director, que fue seleccionado para Cannes 2020 y ahora se estrena mundialmente en la sección Panorama de la Berlinale.

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Hasta ahora, pocos largometrajes egipcios han recibido este tipo de atención en los grandes festivales y, más allá del atractivo estilo cinematográfico de Amin y su facilidad con los actores (la mayoría del reparto no son profesionales), Souad desvela todo un mundo, así como una perspectiva centrada en la mujer joven, que merece la pena descubrir por primera vez. Ese mundo está, por supuesto, plagado de los retos que supone ser una mujer joven en un país de mayoría islámica, pero también está sometido a los efectos distorsionadores de las redes sociales, un tema que se examina aquí con mucho detalle.

Comienza en un autobús público, siempre un espacio de mayor sociabilidad en los países de Oriente Medio. Souad (Bassant Ahmed), de 19 años, muestra fotos y cuenta historias a los desconocidos sobre su querido novio Ahmed (Hussein Ghanem), quien está de servicio militar en la península de Sinaí. Tras un breve traslado en autobús, Souad sigue charlando, solo que ahora la historia es diferente: Ahmed es mayor, ella está estudiando medicina y procede de una larga estirpe de médicos. Inmediatamente nos compadecemos de la protagonista inicial de la historia, al darnos cuenta de que esas mentiras son un mecanismo vital de supervivencia para ella, en lugar de expresar algo insano de su naturaleza.

Su vida en la Zagazig rural, mostrada con un claustrofóbica fotografía que recuerda a los hermanos Dardenne, es una olla a presión de tensión social. La comprensión de los padres es limitada y su principal círculo social, incluido Wessam (Hager Mahmoud), que tiene más experiencia en el amor, tiene buenas intenciones pero es más probable que la provoque y le haga enloquecer mediante engaños. Por si fuera poco, ella sufre en la agonía absoluta porque Ahmed ignora sus mensajes cariñosos, un sentimiento que empeora por la cortina de humo voyeurista de su presencia en las redes sociales (él es un “creador de contenidos” en Facebook y TikTok que trabaja en Alejandría, una ciudad egipcia de moda; alguien que se dedica a inventor nuevas personalidades de sí mismo).

Una trágica ruptura para Souad lleva la atención de la película a su hermana menor, Rabab (Basmala Elghaiesh) más segura de sí misma y que viaja en secreto a Alejandría para conocer a Ahmed, algo que se le niega a Souad durante toda la historia. Acompañados de una nueva tarjeta de título, como si se tratara de un reinicio de la película, nos damos cuenta de que en realidad se trata de una película “antológica” que nos ha engañado para que esperemos un análisis más delimitado de un solo personaje. Rabab y Ahmed se convierten en una pareja casi romántica, paseando por las calles de Alejandría, y el ambiente de la película cambia a algo más cercano a Antes del amanecer y Sucedió una noche, más fantasioso e improbable que cualquier cosa de los movimientos anteriores.

Como los mejores directores humanistas, Amin logra una modulación de diferentes tonos y crea un arco fílmico que evoca el triunfo de la vida y el optimismo sobre la tragedia, aunque el enfoque sobre los efectos supuestamente ruinosos de las redes sociales sea un poco sensacionalista y incierto. Sin embargo, estas últimas cualidades son dos de los principios de la adolescencia, así que aplaudamos un trabajo que hace honor a esas aristas angustiosas y afiladas en lugar de cargar con los rasgos despectivos o condescendientes de tantas otras películas.

Souad es una coproducción entre Egipto, Túnez y Alemania, realizada por el productor Sameh Awad para Vivid Reels. Las compañías coproductoras son Nomadis Images, Film Clinic, Neue Road Movies de Wim Wenders y Fig Leaf Studios. Best Friend Forever se encarga de las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés por Eva Martínez)

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