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BERLINALE 2021 Generation

Crítica: Mission Ulja Funk

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- BERLINALE 2021: El primer largometraje de Barbara Kronenberg es una estrafalaria comedia para niños, llena de sinsentido y personajes absurdos

Crítica: Mission Ulja Funk
Romy Lou Janinhoff en Mission Ulja Funk

Mission Ulja Funk [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
es el primer largometraje de la directora alemana Barbara Kronenberg, antigua alumna de la Academia de Artes de los Medios de Colonia, que se proyecta en la sección Generation Kplus de la Berlinale 2021.

En la primera escena, situada en algún lugar en el campo en Alemania, seguimos el servicio de un niño en una capilla. Aunque la mayoría de las presentaciones de los niños son raras y embarazosas (aunque aplaudidas por la multitud de padres y familiares), nuestra protagonista, una aspirante a astrónoma de 12 años llamada Ulja (Romy Lou Janinhoff), intenta dar una conferencia seria para advertir a los asistentes sobre un asteroid que acaba de descubrir. A su presentación sin éxito le sigue la decisión de su abuela (Hildegard Schroedter) de deshacerse de su equipo técnico, apoyada por el pastor Brotz (Luc Feit), el verdadero villano de la historia desde el principio. Mientras tanto, Ulja se pone en contacto con un científico, el profesor Ainaar Kirsipuu (Börje Lundberg), quien vive en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, donde se espera que impacte el asteroide. Decide unirse a él y forma equipo con un chico de su edad llamado Henk (Jonas Oeßel), que no tiene “ninguna habilidad excepto la de conducir”, prometiendo a cambio ayudarle con sus deberes.

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Este acuerdo surrealista marca el inicio de un largo y sinuoso viaje conduciendo un coche fúnebre por Alemania, Polonia y Bielorrusia, lleno de disparates y personajes absurdos. Entre ellos, un hombre que sueña a lo grande y espera abrir una empresa multinacional que venda albóndigas de pierogi en todo el mundo, un par de policías chiflados y muchos otros que el público estará encantado de descubrir. La mayoría de los momentos cómicos están obviamente lejos de ser creíbles, pero no por ello dejan de ser extravagantes y entretenidos. La película fue dirigida, sin duda, más en un espíritu de un dibujo animado de acción en vivo que en el de una comedia tradicional. El intento de Kronenberg es en gran parte exitoso y la película también presenta interesantes tomas sobre la hipocresía religiosa de la sociedad y otros tipos de “moralistas”, que no suelen encontrarse en una obra de este tipo. El tema principal sigue siendo el de la presión familiar, plasmada aquí sobre todo en la opresiva abuela de Ulja y algunos de los padres que se unen a la persecución para atrapar a Henk y Ulja. Por el contrario, los padres de la chica, Irina (Anja Schneider) y Evgenji (Ivan Shvedoff), muestran una actitud más comprensiva hacia las pasiones de su hija. La alocada familia se complete con los hermanos de Ulja, Wanja (Janis Toygar) y Sascha (Jonas Toygar), que no dudan en hacer gala de su estupidez y sus torpes disimulos. Mientras tanto, Feit, que interpreta a un sacerdote corrupto poco dispuesto a conciliar ciencia y religión, es lo suficientemente odioso como para molestar tanto a los más jóvenes como a los mayores.

Todos los ingredientes idóneos se reúnen en esta comedia agradable y humorística, producida por la compañía alemana In Good Company, la luxemburguesa Samsa Film y la polaca Shipsboy, y vendida mundialmente por la empresa de Berlín Picture Tree International.

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(Traducción del inglés por Eva Martínez)

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