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BERLINALE 2021 Panorama

Crítica: Genderation

por 

- BERLINALE 2021: En lo nuevo de Monika Treut tras Gendernauts, es principalmente una batalla inmobiliaria la que los viejos héroes viven estos días

Crítica: Genderation
Beth Stephens y Annie Sprinkle en Genderation

Debe ser muy tentador volver a ver a los protagonistas de un documental. Tan tentador que sorprende que los directores no lo hagan tan a menudo, dada la cantidad de tiempo y atención que tuvieron que dedicarles anteriormente. Probablemente, Monika Treut también sintió esa tentación —y mucha curiosidad— cuando decidió volver a ver a las personas que aparecían en Gendernauts: A Journey Through Shifting Identities, su documental sobre el movimiento transgénero en San Francisco. Eso fue en 1999, y se convirtió en una obra bastante adelantada a su época.   

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¿De verdad lo fue? Genderation [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, proyectada en la sección Panorama de la Berlinale, no pretende disfrutar de los supuestos progresos que se han hecho desde entonces. Ni pretende seguir con los mismos gritos de guerra, ya que los activistas a quienes visita han cambiado, y admiten con timidez haberse convertido en “personas hogareñas”, a la vez que mencionan en varias ocasiones su dolor en las articulaciones. Es divertido ver la cantidad de conversaciones que hay aquí sobre inmuebles, un tema más candente que el sexo cuando las relaciones entran en su segunda década. De hecho, son tantas que el título podría haber sido “gentrificación”, con historias sobre compañías tecnológicas y grandes cantidades de dinero que se apoderan de la ciudad, como “el éxito está matando a San Francisco”. Siguen siendo revolucionarios y no han olvidado, pero ahora tienen familias e hipotecas que pagar, por lo que la “vida social va después del trabajo”.

Es evidente que “la escena” que Treut conoció en el pasado desapareció hace mucho tiempo, como suele ocurrir con las escenas. Pero las personas a las que entrevista han experimentado un crecimiento personal con el tiempo. “En un momento dado, sientes que ha ocurrido”, dice uno de ellos, una vez que ha dejado atrás su transición. En efecto, después de un rato, empiezan a hablar de sexo, de la belleza erótica de la naturaleza o a quejarse de las normas sexuales “que no son interesantes cuando eres postmenopáusica”. Algunos de los comentarios más interesantes son cortesía de Annie Sprinkle, que se identifica como ecosexual y hace documentales como Water Makes Us Wet. No tiene remordimientos sobre su pasado como trabajadora sexual porque “todos necesitamos ser tocados”.  

Es como volver a escuchar a unos viejos amigos, o a personas que a uno no le importaría llamar amigos mientras espera un futuro mejor. A Treut le gustan demasiado como para interrumpirlos mientras hablan (hay una historia de amor que parece eterna). Sin embargo, salvo algunas divagaciones ocasionales y el hecho de que hay más amor aquí que en la historia real, resulta agradable ver a estos pioneros enfrentándose —claramente— a otros problemas, por muy cotidianos que parezcan. Ellos saben quiénes son, eso está claro, y no necesitan luchar por sí mismos todos los días; tal vez eso ya sea un progreso. Todavía están intentando descubrir lo que les hace felices, y a veces puede ser una simple conversación:
- “¿Eres un chico o una chica?”
- “Sí”.

Genderation ha sido producida por la compañía alemana Hyena Films. Salzgeber & Co gestiona las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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