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DOCSBARCELONA 2021

Crítica: Balandrau, infern glaçat

por 

- Guille Cascante demuestra con este film de no ficción que el terror no tiene forma, al tiempo que construye una película de supervivencia sin descuidar acción y emoción

Crítica: Balandrau, infern glaçat

Inauguró el día 18 de mayo el festival DocsBarcelona, en su edición de 2021, este documental firmado por Guille Cascante y titulado Balandrau, infern glaçat [+lee también:
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, el cual recrea la tragedia real, en la que fallecieron varias personas, acaecida el 30 de diciembre del año 2000 en el Pirineo Catalán. La película, altamente emocional, da voz a los supervivientes y a sus rescatadores para rememorar aquel terrible suceso con una mezcla perfecta de suspense, conmoción y espíritu de superación (y respeto por la madre naturaleza).

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Con un formato que se sustenta en la recreación de gran veracidad junto a entrevistas de corte televisivo, combinadas con imágenes de archivo (noticieros sobre todo), Balandrau, infern glaçat –que se desvía ligeramente hacia la confusión cuando describe lo que aconteció a cada uno de los grupos humanos que sufrió aquella inesperada tempestad– refuerza su mensaje con un suspense cuidadosamente dosificado que va desmenuzando las circunstancias que llevaron a su cruel desenlace, donde la Tierra volvió a demostrar al ser humano su superioridad apabullante.

Partiendo del libro 3 nits de torb i 1 cap d’any. Crònica d’una tragèdia al Pirineu, del meteorólogo Jordi Cruz, y a través del guion escrito por Enric Alvarez, Carlos Prieto y Jordi Morató (responsable de esa inolvidable joya de 2014 titulada El inventor de la selva [+lee también:
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), la película se apoya en elementos propios del cine de terror (con la montaña convertida en un enemigo tan cruel como imprevisible) y el de supervivencia (inevitable recordar títulos como ¡Viven!, dirigida por Frank Marshall, o 127 horas [+lee también:
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Entrevista Danny Boyle e James Franco …
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, de Danny Boyle), pero sobre ellos se impone un potente alegato de la amistad, la solidaridad y la capacidad del ser humano no sólo para volver a nacer, sino sobre todo de ayudar a sus semejantes.

Su máximo responsable, Guille Cascante, es productor (su compañía se llama Goroka), realizador y director de documentales donde lo salvaje –su gran pasión– ocupa un lugar preponderante: por eso ha bajado a lo más oscuro de los mares con la serie Bubbles, llegado hasta el Océano Glaciar Ártico (en Latitud 80), alcanzado el epicentro de Groenlandia (La sonrisa del sol), acompañado al navegante Dídac Costa (Point Nemo) y cruzado el Cabo de Hornos (Portraits at the Edge of the World). Para él, que en Balandrau, infern glaçat relata uno de los mayores accidentes acaecidos en la Cordillera Pirenaica, este film, según sus propias palabras, dichas durante su presentación en DocsBarcelona, pretende reflexionar sobre la culpa que siente el superviviente, así como advertir de la gran fuerza de la Naturaleza y de la pequeñez del ser humano. 

Balandrau, infern glaçat –que se puede ver en Filmin en España hasta el 30 de mayo– es una producción de Televisió de Catalunya, Lastor Media y Goroka, que cuenta con el apoyo de FGC.

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