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TRIBECA 2021

Crítica: Années 20

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- En un plano-secuencia a través de las calles de un París veraniego, Elisabeth Vogler ofrece una lograda película conceptual que pone a una variopinta sociedad frente al espejo

Crítica: Années 20

“Es como un juego que implementamos sobre la marcha – Como en la vida real, eres tú quien invita a la cámara a tu historia”. Années 20 [+lee también:
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, de Elisabeth Vogler (un seudónimo tomado del personaje de Liv Ullmann en Persona, de Bergman, y un nombre que el director francés reivindica como una identidad colectiva), estrenada en la sección International Narrative del Festival de Tribeca, no esconde su inclinación narrativa lúdica, su necesidad de crear nuevas conexiones, de intentar otra forma de apertura (como una partida de ajedrez donde no importa quién pueda enfrentarse al azar contra el gran maestro internacional), donde se cuentan “las pequeñas cosas como si fueran grandes” para crear poco a poco una especie de ceremonia que abraza la diversidad de la humanidad en una gran capital como París.  

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Mezcla estos tres ambiciosos ingredientes en un solo plano secuencia (de la calle de Rivoli a la pirámide del Louvre, de los muelles del Sena al Puente Nuevo, del metro de Chatelet a la estación de République, del canal Saint-Martin à Belleville para terminar en las alturas del parque Buttes-Chaumont) e invita al espectador a conocer a 23 personajes que se cruzan y se turnan, solos o en pareja, para hablar de una cosa o de otra, cada uno captado en su individualidad, y obtendrás una road movie urbana fascinante, a la vez metafísica y personal, realista y simbólica.

Una película conceptual que tiene una buena opinión de sí misma y que se autodenomina representante de una juventud parisina moderna e innovadora (“prefiero volcar mi energía en la creación de nuevos mitos que perder el tiempo en intentar destruir los antiguos”), y que gana la apuesta porque su encanto va más allá de la notable proeza técnica. Desprende un auténtico perfume de París: se habla de malestar o de bienestar cotidiano, de hipnosis, de arte, de racismo, de vida en pareja, de pobreza, de cambio de rumbo, de adolescencia, de matrimonio, etcétera… Caminamos por los muelles, cogemos el metro (con sus vagabundos), la bicicleta, la scooter, corremos, lloramos, nos abrazamos, cantamos, nos amamos y, sobre todo, hablamos. Es verano, “la luz corre sobre nuestros pensamientos, acaricia las paredes y los reflejos”.

Elisabeth Vogler, que apuesta por el hecho de que la neutralidad es una realidad más rica y sincera que una cara descubierta (“estoy yo, el mundo, estoy proyectado hacia el interior, estoy en un acelerador y, al mismo tiempo, no soy nada”), pone en escena con brillantez este puzzle unido por un solo hilo que parece (en un estilo narrativo completamente distinto) el equivalente parisino diurno del Berlín nocturno que retrataba Victoria [+lee también:
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entrevista: Sebastian Schipper
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, de Sebastian Schipper. El (la) cineasta francés/esa enseña voluntariamente todas sus cartas y su ciencia de los arcanos, algo que irritará a algunos, pero cuya ostentosa audacia es recompensada por la convincente frescura de una película repleta de emociones compartidas. Si Elisabeth Vogler es la profeta cinematográfica que pretende ser, el futuro lo dirá…

Années 20 ha sido producida por Les Idiots y 21 juin Cinéma. Films Boutique gestiona las ventas internacionales.

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(Traducción del francés)

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