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CANNES 2021 Un Certain Regard

Crítica: Un pequeño mundo

por 

- CANNES 2021: El primer largo de Laura Wandel, filmado a la altura de los ojos de los niños, es una sutil, emocionante e incisiva cinta que impresiona por su notable intensidad

Crítica: Un pequeño mundo
Maya Vanderbeque en Un pequeño mundo

Una niña pequeña llorando, aferrada a su padre, que intenta tranquilizarla a las puertas del colegio, el primer día de clases de primaria, es un clásico muy conocido en el universo de los niños y sus padres. Pero para la joven cineasta belga Laura Wandel, el episodio es sólo un punto de partida, un clima y casi una pista falsa, para un primer largometraje contundente y que no tiene absolutamente nada de clásico, pero que muestra la realidad de una forma muy original. Con Un pequeño mundo [+lee también:
tráiler
entrevista: Laura Wandel
ficha de la película
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, estrenada en la sección Un Certain Regard del 74º Festival de Cannes, la directora firma un buen debut con una obra cautivadora e intensa sobre la complejidad de encajar en un lugar y el comportamiento adecuado en un microcosmos que representa la sociedad con sus efectos de grupo y su violencia que evita los radares adultos.

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“No siempre podrás contar con Abel para que te ayude”. La pequeña Nora (Maya Vanderbeque) descubre la escuela, el tumulto del patio del recreo, las reglas del establecimiento, la escritura, las clases de natación, y la necesidad de integrarse y de hacer amigos, acompañada de su hermano mayor, Abel (Günter Duret). Pero, pronto será él quien tenga problemas, acosado por unos chicos mayores. ¿Cómo ayudarlo? ¿Qué hacer? ¿Qué decir? ¿A quién? Atrapada en la solidaridad fraternal (Abel no quiere que ella se involucre ni que se lo cuente a nadie), Nora se preocupa cada vez más, tanto que la situación se agrava. Pero la confesión tendrá consecuencias muy dañinas…

Cuando hablamos de películas hechas desde el punto de vista de un niño, no lo interpretamos en un sentido literal, pero la directora recurre al punto de vista de la pequeña Nora para ofrecer una película que transmite una fuerza increíble, donde cada mirada y cada murmullo de la protagonista suponen una auténtica dimensión emocional para el espectador. Este enfoque casi documental, realista, transmite a la perfección los numerosos y agudos matices de una película sobre un tema muy simple, pero impactante. Adultos con buena voluntad, pero centrados en su trabajo en la escuela y padres distantes (Karim Leklou en el papel del padre) hacen lo posible para encontrar soluciones (que, a veces, llegan tarde), pero se les escapa lo esencial y son los propios niños quienes deben intentar desenredar los complicados nudos de las presiones y de las relaciones sociales. Un relato iniciático reconstruido por una película original, y una tarea difícil y conmovedora para los pequeños arrojados a la arena del mundo.  

Un pequeño mundo ha sido producida por Dragons Films y Lunanime. Indie Sales gestiona las ventas internacionales.

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(Traducción del francés)

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