20/10/2003 - Paolo Virzi ha vuelto con otra divertida comedia. En su nueva película, una joven de provincias descubre los vicios y virtudes de los habitantes de la capital

Paolo Virzi ha vuelto. Tras su viaje americano en compañía del veinteañero Tanino, vuelve a casa con Caterina va in città [+lee también:
tráiler
ficha de la película] (Mira también el making of). Abandonando las bonitas colinas de su Toscana natal, desembarca en Roma, desvinculándose de su pueblo, donde ha nacido y crecido para aventurarse en la capital, donde reina la indiferencia y el poder en la escuela, al igual que en la política. Junto a ella está su padre, Giancarlo/Sergio Castellito, profesor de contabilidad con propósitos de rebelión intelectual y personal, y la madre, Agata/Marguerita Buy, mujer provinciana y de espíritu infantil.
Así, la joven de mirada perdida y perennemente sorprendida, se encuentra en medio de una tempestad, debido a los grandes cambios a los que se enfrenta. De repente se encuentra inmersa en la indiferencia de una ciudad que ni siquiera la mira, pero Caterina afronta esta nueva situación en su vida con la misma inocencia con la cual se acerca al mundo distinto, sólo en apariencia, de los compañeros del colegio y, en medio a un torbellino de personas y eventos, siempre queda protegida por su naturaleza sencilla y confiada.
Igual que las anteriores, en esta película el director toscano toca numerosos temas: a la sabida profundización del mundo de los adolescentes, añade el de la dificultad de los adultos a sentirse personas entre otras personas y, a través de una pléyade de personajes descritos con una gran rapidez, nos describe los distintos ambientes sociales. “Giancarlo, el padre de Caterina, por ejemplo, “, nos cuenta el director en una conferencia de prensa en Roma con motivo del estreno de la película en Italia, “en su desesperada y dolorosa inquietud, representa un sentimiento más bien emblemático de estos tiempos, o sea el de la exclusión del partido de aquellos que saben estar en el mundo”, como el mismo afirma en un momento de la película. También aparece el político Manlio Germano, representado por un inmejorable Claudio Amendola, que se mueve en la clase política que “tiene la responsabilidad de dirigir al país”, si bien siente vergüenza ante las declaraciones inoportunas de orgullo partidista”; como también la intelectualidad de ideas opuestas, representadas en la persona de Galatea Ranzi o Flavio Bucci, que dirigen el país de una manera distinta pero interesante.
“La idea principal de la película era la de recorrer la Italia de hoy, más exactamente la Roma de hoy, a través de la mirada inocente de una adolescente”, ha añadido Virzi. “No quería hablar de política sino de la manera de afrontar la vida de una familia de la burguesía media. La realidad, en el caso de Giancarlo es afrontada con rencor, en el caso de Caterina, sin embargo, con un ojo ingenuo, pero optimista”.
La película, producida por Rai Cinema, ha costado 4 millones de euros, y será distribuida por 01 Distribution con 150 copias a partir del 24 de octubre.

(Traducción del italiano)