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TORONTO 2021 Contemporary World Cinema

Crítica: Un amor en Escocia

por 

- Bouli Lanners cambia las localizaciones de su cine para narrar, en inglés, una tierna y delicada historia de amor, un retrato de emancipación y una reflexión sobre la memoria

Crítica: Un amor en Escocia
Michelle Fairley y Bouli Lanners en Un amor en Escocia

Millie (Michelle Fairley) siempre ha vivido en su isla, en el norte de Escocia, una isla tan austera como sublime. A pesar de pertenecer a una pequeña comunidad, fuertemente marcada por la religión, vive al margen de ella, marcada por su celibato, en un mundo donde el papel de la mujer está ligado al destino de un hombre.  

Phil (Bouli Lanners) es el extranjero, que ha llegado hace poco a la isla, con sus misterios y su acento para sus asuntos. Voluntarioso y juguetón, propone sin imponer su simpatía a los habitantes de la isla, a quienes observa con curiosidad y diversión.

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Un día, Phil sufre un ACV, del que despierta habiendo perdido la memoria. Millie ve una oportunidad inesperada, y decide aprovecharla; quizás sea la última. Ella vive sola. Él vive solo. Tal vez puedan vivir solos, ¿pero juntos?

Millie se hará cargo con la discreción que la caracteriza del retorno de Phil a su casa. Ella aprovechará su amnesia repentina (y presumiblemente provisional) para reescribir los últimos capítulos de su vida, reinventar sus hábitos, recrear recuerdos. Millie le contará que fueron amantes, pero que debido a su enfermedad, ella no quiere imponerle una relación que no debe ser forzada.

Pero, ¿por qué resistirse al amor cuando se presenta sin previo aviso? Phil se dejará llevar por esta modesta pero bonita historia, por esos bonitos sentimientos, mientras que Millie saboreará la felicidad de vivir juntos, y de ser vista de otra manera por la sociedad.  

Sin embargo, esta nueva felicidad está lejos de rimar con serenidad. Millie sabe que se enreda en una mentira de la que le gustaría salir, pero no está lista para renunciar a unos fragmentos de amor que están contados, en semanas o en días. Phil terminará por recuperar la memoria y, ¿qué pensará de los recuerdos que ella ha inventado, de estas historias que ella le ha contado?

Con su nueva película, Un amor en Escocia [+lee también:
tráiler
entrevista: Bouli Lanners
ficha de la película
]
, presentada en la sección Contemporary World Cinema del Festival de Toronto, el cineasta belga Bouli Lanners intenta por primera vez un doble ejercicio singular que consigue, con tacto y precisión, ofrecer a la vez un emotivo retrato de una mujer y de una historia de amor, ni drama ni comedia romántica, sólo una bonita historia de amor.  

De las que cambian para siempre el ser amado. Millie no sólo ganó el amor, también ganó la libertad de convertirse en lo que soñaba ser, la posibilidad de autorizarse a ser feliz.

Aunque también encontramos el arte de la composición pictórica y la melancolía de las películas anteriores del cineasta, también descubrimos una delicadeza infinita, y un romanticismo muy bien reivindicado. Un romanticismo aún más conmovedor: el privilegio de dos almas golpeadas, a las que la sociedad hubiera clasificado rápidamente como solterona o solterón, como si estuvieran condenados a vivir más allá del amor.  

Un amor en Escocia ha sido producida por Versus Production (Bélgica) y coproducida por Prime Time (Bélgica), Barry Crerar (Reino Unido) y Playtime (Francia). Playtime gestiona las ventas internacionales. La película será distribuida en Francia por Ad Vitam y en Bélgica por O’Brother Distribution.

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(Traducción del francés)

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