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BERLINALE 2022 Encounters

Crítica: Disturbios

por 

- BERLINALE 2022: No habrá tiempo para la revolución anarquista en los talleres de relojería suizos, según el director emergente ahora premiado en Berlín Cyril Schäublin

Crítica: Disturbios
Clara Gostynski en Unrest

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, de Cyril Schäublin, el tiempo no se desliza hacia el futuro sino al pasado fin-de-siècle, ya que pretende localizar en las colinas relojeras de Saint-Imier, Suiza, el pistoletazo de salida para la modernidad en su conjunto. Poniendo dos ideas contradictorias —en concreto, el auge de medidas coordinadas de tiempo y el nacimiento del pensamiento anarquista político— en un diálogo incómodo que no ofrece las revelaciones esperadas, Unrest fue una de las películas mejor recibidas de la sección Encounters de la Berlinale de este año, donde se llevó el premio a Mejor dirección (ver la noticia).

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El ideólogo anarquista Pyotr Kropotkin entra en una fábrica de relojes suiza. Podría ser la entrada de un chiste intelectual, quizás del estilo de las viñetas del New Yorker, pero es interesante descubrir que esto no es ficción. Kropotkin, quizás el intelectual anarquista más conocido, se inspiró en la organización política que vio entre los trabajadores de esa industria, algo que ayudó a fermentar las ideas que lo consagraron como una gran mente radical. Schäublin, también guionista y editor de la película, disfruta mucho retratando este encuentro novelado, pero se muestra menos seguro a la hora de explotar mejor la ironía dramática de la película: el crecimiento entrelazado de una de las estructuras más infatigables del mundo, flanqueado por algo que pretende destruirlo. Consiguió una mejor síntesis en su película anterior, la premiada Those Who Are Fine [+lee también:
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, que retrataba el robo de identidad por parte de una trabajadora de un call center en el moderno y laberíntico sistema de telecomunicaciones de Zúrich.  

En contraposición a las observaciones de Kropotkin (Alexei Evstratov, que lidera un reparto de actores no profesionales) y a varios paseos relajantes (está allí oficialmente en una misión cartográfica) por la ciudad del valle, se trata de una historia más larga que concierne a uno de los trabajadores de la fábrica, Josephine (Clara Gostynski), que poco a poco toma el control de su propio destino político. A ella le confían una de las tareas clave de la línea de producción —todo se hacía a mano en esa época—, que la convierte en una cronometradora: sujeta la “rueda de la insatisfacción”, el mecanismo central que crea los tics segundo tras segundo. Josephine, que se enfrenta al escrutinio del director general de la fábrica (Valentin Merz) en cuanto a cuotas de producción y eficiencia de los trabajadores, se ve involucrada en el movimiento anarquista, descrito como una consecuencia del sindicalismo que estaba arrebatando el control a las relaciones laborales en Europa. Como otros símbolos de modernidad —fotografía y propaganda política— causan impresión a nivel local, Schäblin tiene muchas ganas de mostrar, con un estilo formal tranquilo de tomas largas constantes y diálogos silenciosos, la resistencia que había junto a esto y la alternativa radical a la sabiduría recibida que hoy damos por sentada.  

Sin embargo, esto es anarquismo de palabra, pero no de espíritu: todo encarnado de una manera mucho más amable que nuestro entendimiento común del concepto. Narra un periodo de tiempo tan corto —unos meses a principios de 1870— que Schäublin no puede mostrar ningún intento de agitación política con coste humano asociado que haga a este cisma político inscribirse en algo más que un sentido abstracto. En lugar de eso, crea una especie de miniatura histórica, un espacio urbano que poco a poco se convierte en una forma burocrática de gestionarse a sí mismo, donde cada segundo que pasa denota valor económico, algo que insinúa el mundo del futuro de forma ingeniosa y sutil.

Disturbios es una producción suiza, llevada a cabo por Seeland Filmproduktion y SRF - Schweizer Radio und Fernsehen. Alpha Violet gestiona las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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