15/03/2022 - El último largometraje de Frédéric Choffat nos acerca a una generación que lucha por sobrevivir en un mundo que se desmorona

Tres años después de la conmovedora My Little One [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película], dirigida junto a Julie Gilbert, en la que Frédéric Choffat contaba una historia de amor y redención en medio del desierto de Arizona, el cineasta pone ahora el foco en Suiza, más concretamente en su propia familia. Su último largometraje, Tout commence, que tuvo su estreno mundial en las Jornadas de Soleura en 2022 y ha sido proyectado recientemente en el FIFDH de Ginebra (compitiendo en la sección Grand Reportage), se presenta como una historia universal dirigida a toda la humanidad, pero también como un relato íntimo sobre una familia que comparte pasiones e inquietudes personales que pronto se vuelven universales.

Después de tres años de rodaje e innumerables imprevistos (principalmente debidos a la pandemia), Frédéric Choffat ha presentado finalmente los frutos de su trabajo, una propuesta meticulosa en la que cinco jóvenes se enfrentan a problemas que parecen más grandes que ellos. De hecho, hace justo tres años que la famosa generación Z comenzó a ocupar los espacios públicos, protestando a favor del clima y buscando concienciar a la sociedad sobre la cada vez más acuciante emergencia climática. En Suiza se convocaron numerosas manifestaciones, encabezadas por un grupo de jóvenes especialmente unidos y motivados, que empezaron a cuestionar todo el sistema social (incluido el sistema bancario). Desgraciadamente, justo cuando sus voces estaban a punto de ser escuchadas, la llegada de la pandemia limitó sus opciones de forma inesperada. Tout commence sigue de cerca (muy de cerca, de hecho) a estos activistas, desde la euforia embriagadora de los primeros momentos, cuando todas las protestas parecían tener la capacidad de generar un cambio real, hasta la apatía social provocada por la crisis sanitaria, una apatía que parece haber convertido sus gritos en silencio.

Frédéric Choffat nos empuja a cuestionar nuestra relación con un mundo que parece a punto de implosionar. ¿Todavía es posible soñar con un futuro mejor para todos, un futuro donde el respeto por la naturaleza vaya ligado a la tolerancia entre los seres humanos? Además de entrevistas (muy personales) con sus propios hijos adolescentes (los activistas Solal y Lucìa), el director ofrece una reflexión sobre la juventud suiza (entre otras cosas) que todavía cree y lucha por sus ideales, a pesar de la crisis climática y la pandemia. ¿Todavía es posible soñar con un mundo donde la humanidad luche por la igualdad en lugar de perseguir el lucro y otros motivos egoístas?

En la primera mitad de la película, el director filma a estos jóvenes héroes y heroínas con una mirada llena de admiración y, en ocasiones, muy ingeniosa. No obstante, la segunda mitad dota a la película de la ambigüedad necesaria para elevarla más allá de la apología estéril. De hecho, es precisamente en esta segunda parte, atravesada por la crisis sanitaria, cuando estos jóvenes militantes empiezan a hablar con más libertad y la película adquiere ciertas dosis de melancolía baudeleriana. El discurso sobre la crisis climática se convierte en el eje central sobre el que giran todas las demás preocupaciones, como la falta de modelos alternativos, la necesidad de seguir adelante a pesar de enfrentarse a un futuro cada vez más incierto y la rabia que sienten estos jóvenes ante un mundo adulto que no parece ser consciente de los peligros que presenta una sociedad que se aferra con todas sus fuerzas a sus propios paradigmas (decadentes). Es cierto que resulta más fácil abordar estos temas complejos a través de sus múltiples y variados matices (la lucha contra el cambio climático, pero también contra el racismo, la homofobia, la transfobia…), pero Tout commence nos muestra un movimiento desde dentro: el movimiento climático, que muchas veces tendemos a observar con demasiada distancia, como si se tratara de una simple “moda juvenil”.

Tout commence es una producción de la compañía de Ginebra Close Up (que también tiene los derechos internacionales de la película) coproducida por Les films du tigre.

(Traducción del italiano)