28/03/2022 - El segundo largometraje de Marten Persiel es un interesante experimento cinematográfico que combina elementos de la ciencia ficción distópica y el documental activista

Una breve serie de titulares preocupantes abarcan las próximas tres décadas y documentan el devastador impacto de la humanidad en el clima y la naturaleza abre el segundo largometraje de Marten Persiel, Everything Will Change [+lee también:
entrevista: Marten Persiel
ficha de la película]. Estrenada en el Festival de Zúrich y ganadora del premio del Público a Mejor largometraje de ficción en el Max Ophüls Prize, esta historia tan atractiva es uno de los títulos que forman parte de la sección Panorama del Festival de Vilna (24 de marzo-3 de abril).

Estamos en 2054 y las cosas han ido mal. La vegetación y el suelo tienen una coloración antinatural roja y gris, las personas se enfrentan a diferentes pandemias, y sus constantes olas —muchos de ellos viven en aislamiento, por elección o debido a la creciente paranoia— y profundos errores están tan extendidos que nadie cree en nada. De hecho, en esta sociedad, las imágenes son consideradas meros objetos de entretenimiento para ser experimentados a través de hologramas y sofisticados chips retinales. La historia entera se divide en varios capítulos, narrados por una anciana desconocida (Jacqueline Chan) que a menudo vemos hojeando las páginas de un libro. No sabemos quién es ni desde dónde o cuándo está contando esta historia, pero poco importa. En lugar de eso, conocemos a los protagonistas de su historia: un grupo de tres veinteañeros que comparten piso, Fini (Paul G Raymond), Cherry (Jessamine-Bliss Bell) y Ben (Noah Saavedra). Un misterioso encuentro con una anciana llamada Elisabeth (Vibeke Hastrup) obligará a Fini y Ben —y luego también a Cherry— a embarcarse en un viaje para encontrar la verdad sobre el pasado de la tierra y la belleza perdida de la naturaleza.

Después de este momento, Persiel sorprende con habilidad a los espectadores: lo que parece la premisa de una bonita película de ciencia ficción poco novedosa se convierte en un documental informativo e interesante sobre los retos que plantea el cambio climático. Elisabeth lleva a Fini y Ben a “El Arca”, un lugar donde la verdad y la historia son preservadas gracias al trabajo incansable de muchos científicos. Sin embargo, estos científicos (con la excepción de Wim Wenders, uno de los patrocinadores de los proyectos, que aquí hace un cameo) son verdaderos eruditos y expertos que nos advierten, a través de Fini y Ben, sobre las tragedias del presente adoptando un punto de vista futuro creíble.

La trama ficticia se vuelve cada vez más fina, y los bustos parlantes de los científicos junto con el material de archivo se convierten en el centro de la trama. Aunque la principal finalidad de este trabajo es sensibilizar, enseñar e informar, se cuidan mucho los segmentos ficticios, visibles a través del elegante diseño de producción ciberpunk de Sebastian Soukup, y la excelente y saturada cinematografía de Felix Leiberg.

¿Todavía estamos a tiempo de reescribir la historia y cambiar esos horribles titulares que aparecen en la secuencia inicial? ¿Qué deberíamos hacer para detener esta catástrofe inminente? La secuencia final proporcionará algunas respuestas, junto con algunas preguntas más. En definitiva, la película de Persiel es un visionado significativo y necesario puesto que se desvía, al menos en parte, de las estructuras clásicas y decisiones estilísticas hechas por otros documentales medioambientales, mientras incita a los espectadores a experimentar sentimientos genuinos de angustia y decepción.

Everything Will Change es una coproducción entre Alemania y Holanda llevada a cabo por Flare Film, Windmill Film, Rundfunk Berlin-Brandenburg – RBB, NDR – Norddeutscher Rundfunk, BR Bayerischer Rundfunk, KRO-NCRV, y ARTE Deutschland. Farbfilm Verleih GmBH se encarga de la distribución.

(Traducción del inglés)