14/04/2022 - Steven Vit sigue a su padre en sus últimos y delicados momentos antes de la jubilación, firmando un salto al vacío vertiginoso que pone bajo el foco una fragilidad inesperada

My Old Man, de Steven Vit, que ha tenido su estreno mundial en la Competición Internacional de Visions du réel, esconde muchos temas actuales bajo su apariencia de película familiar: la (re)construcción de una masculinidad que (afortunadamente) ha perdido sus puntos de referencia, los cambios en los roles tradicionalmente impuestos a maridos y mujeres, incluso en parejas consideradas “anticuadas”, y el reconocimiento de las profundas debilidades propias, quizás por primera vez.

Para su ópera prima, el joven director suizo ha elegido filmar a su padre en un delicado momento vital: el paso de la vida “activa” a la jubilación, un momento clave que le permite acercarse gradualmente a un padre al que apenas conoce. Acostumbrados a vivir siempre ocupados en sus propias vidas, los progenitores del cineasta se ven obligados a compartir una existencia diaria que parece asfixiarlos. Los dos antihéroes de la película, que se muestran extremadamente sinceros y conmovedores, ofrecen un retrato emotivo y humorístico de una pareja acorde a los tiempos.

La familia en la que creció el director es la típica familia suiza, estructurada sobre la base de los roles tradicionales de género: una madre ingeniosa que cuida de la casa y los niños con pasión, y un padre que trabaja demasiado para mantenerlos a todos, como un buen "líder de la manada". Rudi Vit se perdió muchos momentos importantes en la vida de sus dos hijos, debido a un trabajo exigente que lo obligaba a estar viajando todo el tiempo, una amarga reflexión que mantuvo enterrada bajo montones de papeles importantes, pero que la jubilación saca a la superficie de forma violenta.

El director decide observar precisamente este delicado momento de transición, en el que las certezas de una vida laboral organizada en torno a un escritorio dejan espacio a preguntas hasta entonces desconocidas. La fragilidad provocada por esta etapa vital decisiva permite a Steven Vit acercarse a su padre de una forma más auténtica. El resultado es una confrontación directa entre adultos, manejada con mucha consideración y respeto, pero que Rudi tiene problemas para aceptar en un principio. Aunque los primeros días de retiro todavía conservan los vestigios de una masculinidad dominante, que no deja lugar a la expresión catártica de los sentimientos, la armadura que su padre ha construido a lo largo de los años comienza a resquebrajarse, hasta dar paso a la expresión de una nueva identidad por construir.

A través de esta confrontación directa y delicada entre dos generaciones muy diferentes, My Old Man muestra la transformación dolorosa y purificadora de un "baby boomer" que finalmente se libera de los dictados de una construcción de género estereotipada y aburrida. Sin embargo, tal como señala su esposa, aunque sus frecuentes ausencias les permitieron a ambos disponer de un espacio para respirar libremente en una sociedad que se resistía a los cambios, la banalidad de los roles de género también moldeó inevitablemente su vida en pareja. Una pareja que ahora debe lidiar con un futuro completamente nuevo, en el que cada uno de sus roles debe reinventarse. Abrumado por una montaña rusa de emociones, que el director reescribe con sensibilidad y una necesaria dosis de humor, Rudi se revela finalmente como lo que realmente es: “simplemente Rudi”.

My Old Man es una producción de Lomotion AG Filmproduktion, que también se encarga de las ventas internacionales, y SRF.

(Traducción del italiano)