01/08/2022 - En la sudorosa película de terror de los españoles Raúl Cerezo y Fernando González Gómez sube la temperatura... y la tensión

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ficha de la película] se presenta como la película perfecta para ver durante la ola de calor que vivimos este año, ya que muestra lo mal que pueden ponerse las cosas cuando hace mucho, mucho calor. No se trata de un verano tranquilo y refrescante en el que todos pueden disfrutar. En este caso, la temperatura dificulta la respiración y fríe el cerebro hasta el punto en que ya nada está claro. ¿El entrañable abuelo Manuel (Zorion Eguileor) solo está cansado o se ha vuelto loco? ¿Todos deberían huir o simplemente hidratarse? Es difícil tomar decisiones informadas cuando estamos sudando, pero esta vacilación puede salir muy cara.

Tras la trágica muerte de su esposa, considerada un suicidio, las cosas no hacen más que empeorar considerablemente para este hombre. Su familia viene para ayudarle, aunque a regañadientes, mientras se pelean por multitud de razones. A veces tienen miedo de sus acciones, de sus arrebatos violentos, pero en realidad no hacen nada, incluso cuando él mismo les dice claramente que los va a matar. “El abuelo es viejo y está triste. Es normal, ¿no?” Pregunta su nieta, y este es parte del encanto retorcido de la película. Si todos te menosprecian, ¿por qué no aprovecharlo? ¿Por qué no deleitarse en su culpa, en su lástima, y ​​luego hacer algo al respecto?

La propia premisa convierte a esta cinta de terror española en una propuesta muy atmosférica, justamente premiada este año en el festival Fantasia por la interpretación comprometida y compleja de Eguileor. Durante gran parte de la historia, nada está claro, aparte del hecho de que estos personajes están destinados a explotar en cualquier momento. Sin embargo, más allá de los sustos, hay algo incómodamente real que los directores Raúl Cerezo y Fernando González Gómez intentan capturar. Si ser viejo es “asqueroso” y nadie te escucha nunca, puedes aceptarlo o puedes rebelarte. La última opción es probablemente más divertida.

En cierto modo, Viejos es una película sobre ser ignorado, o incluso invisible. No obstante, aunque a nadie le interesan sus recuerdos, eso no impide que Manuel hable de ellos. De esta forma, escuchamos viejas canciones y relatos de historias antiguas. A veces, el pasado agarra al presente por el cuello y se niega a abandonarlo.

Aunque vuelven a trabajar con algunos de sus colaboradores habituales, incluido el director de fotografía Ignacio Aguilar, estamos ante una historia más profunda que el anterior largometraje del dúo, La pasajera [+lee también:
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ficha de la película]. Una cinta desagradable, aunque envolvente, además de bien filmada, con sus tonos marrones y amarillos que transmiten la sensación de un mundo muerto y seco. El final no es tan satisfactorio como lo que ocurre antes, y resulta extrañamente olvidable, pero Viejos sigue siendo una especie de declaración de intenciones extraña. Estas personas quieren ser reconocidas, quieren que se valoren sus cuerpos y que se compartan sus experiencias. Así que abre los ojos y míralos, o prepárate para pagar.

Viejos es una producción de Jose Luis Rancaño con Persons Films y La Dalia Films. Filmax se ocupa de las ventas.

(Traducción del inglés)