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SARAJEVO 2022 Competición

Crítica: Six Weeks

por 

- El primer largometraje de ficción de Noémi Veronika Szakonyi es un retrato con matices y sin juicios de una joven que da a su hijo en adopción

Crítica: Six Weeks
Katalin Román en Six Weeks

¿Existe la decisión correcta cuando se trata de tener hijos o no tenerlos? ¿Cuántos obstáculos e incomodidades acaban siendo demasiados? Cuando el futuro siempre es más o menos incierto, ¿hay algún momento adecuado para formar una familia? ¿Existe la madre perfecta? Six Weeks [+lee también:
tráiler
entrevista: Noemi Veronika Szakonyi
ficha de la película
]
, el primer largometraje de ficción de la directora húngara Noémi Veronika Szakonyi, nunca plantea explícitamente estas preguntas, pero son las aguas que debe transitar su taciturna protagonista cuando da a luz a una hija no deseada y decide darla en adopción. Por ley, en Hungría, la madre biológica tiene hasta seis semanas desde el día del nacimiento para cambiar de opinión y recuperar a su hijo, si así lo desea.

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Estrenada en la competición de largometrajes del Festival de Sarajevo, Six Weeks evita el didactismo fácil, optando por una estética en sintonía con las emociones y los pensamientos de una joven madura para su edad, en lo que se refiere a las responsabilidades de las que debe hacerse cargo a diario, pero infantil en su pasión y obstinación. Sintiéndose constantemente decepcionada y abandonada por su propia madre soltera, Zsófi (Katalin Román) debe ocuparse de las tareas del hogar y cuidar de su hermana pequeña, Mesi (Lana Szczaurski), más de lo que una niña de su edad debería hacer. Tiene la sensibilidad decidida de una atleta que sabe lo que se necesita para ganar. De hecho, está comprometida con sus entrenamientos de tenis de mesa después de la escuela, decidida a llegar a la Copa de Europa y luego a los Juegos Olímpicos. La joven es muy ambiciosa y no soporta las tonterías. La película comienza con la protagonista aferrándose firmemente a su decisión de no criar a una niña en condiciones que no son las adecuadas. Pronto descubrimos que el embarazo fue un accidente, y que el padre del bebé es un perdedor por el que Zsófi nunca sintió nada. Para la joven, la situación es básicamente un molesto retraso para sus planes.

Estamos ante una visión refrescantemente moderna, carente de sentimentalismo y que antepone los derechos de la madre, que se ve inmediatamente amenazada por todas partes. La que se opone de forma más directa a la decisión de Zsófi es su propia madre, que arrulla al bebé dentro del vientre de su hija en las escenas iniciales, para luego romper a llorar cada vez que le recuerdan la inminente adopción. Sin embargo, esta reacción emocional de una madre que la ha decepcionado continuamente no hace más que reforzar la determinación de Zsófi de no seguir sus pasos, lo que pronto se revela como una ironía dolorosa: es muy posible que Zsófi, obligada a cuidar de sí misma desde muy pequeña, pueda convertirse en una madre maravillosa. Es precisamente esta idea, junto con los dolorosos cambios físicos de un cuerpo posparto orientado a alimentar a un niño (no a soportar un intenso entrenamiento de tenis de mesa), lo que pone a prueba la determinación de Zsófi.

Al acompañar a una mujer joven que se encuentra en una especie de limbo, sin nadie que la ayude o guíe a la hora de tomar una decisión que podría cambiar drásticamente el curso de su vida, Six Weeks resulta a menudo una película estresante y agotadora, mientras que la luminosa dirección de fotografía de Zoltán Dévényi ayuda a suavizar considerablemente la experiencia. Llena de colores pastel y rayos de sol, la estética también pone un énfasis sutil en la juventud de Zsófi, aunque se enfrente a problemas de adultos, y permite que Román emerja como un joven talento que puede defenderse con solvencia en un papel complicado. Por lo demás, la película adopta un enfoque relativamente estándar, formal y realista, en sincronía con una trama que, decidida a no resultar obvia o excesivamente determinada, no ofrece finalmente muchas sorpresas. Esta dedicación inquebrantable a los matices y las zonas grises hace que la película parezca ocasionalmente monótona, lo que a su vez provoca que sea más difícil mantener nuestro interés en lo que ocurre, aunque finalmente esto resulta ser la bendición de la obra: cuando Zsófi toma su decisión final, sus razones no pueden reducirse a simples consideraciones logísticas, ni a la presencia o ausencia de sentimientos maternos; su elección es suya y solo suya, y no necesita justificarse ante nadie.

Six Weeks es una producción de la húngara Sparks.

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(Traducción del inglés)

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