Crítica: Athena
por Elena Lazic
- VENECIA 2022: Romain Gavras firma una tragedia familiar repleta de adrenalina y emoción que funciona también como una potente alegoría de las tensiones de los suburbios en Francia
¿Por qué sentimos el impulso de exigir que las películas sobre los suburbios en Francia aporten algo nuevo, algo que no necesariamente hacemos con otros géneros? Quizás porque tratan algunos temas reales y actuales que necesitan ser abordados urgentemente, y corren el riesgo de quedar reducidos a un mero entretenimiento con cada nueva película. Esta preocupación parece ser la principal fuerza que impulsa Athena [+lee también:
tráiler
entrevista: Romain Gavras
ficha de la película], dirigida por Romain Gavras y coescrita junto a Elias Belkeddar y Ladj Ly. Estrenada en la competición oficial del Festival de Venecia, la película aborda de forma intensa el tema de la brutalidad policial y la desigualdad en Francia, a través de una historia de magnitudes mitológicas, en consonancia con el nombre épico del barrio en el que se desarrolla, que también da nombre a la película.
La historia comienza poco después de que se filtren unas imágenes de un adolescente del barrio siendo brutalmente agredido y dado por muerto por un grupo de hombres que parecen ser policías. En medio de esta tragedia se encuentran los tres hermanos de la víctima, que representan tres formas distintas de afrontar la tensión entre la barriada y la policía, pero también cualquier tipo de adversidad, en un sentido más alegórico. Abdel (el hipnótico y apuesto Dali Benssalah), miembro del ejército francés, es esencialmente un ejemplo de "integración", que opera desde la creencia de que ambas partes quieren encontrar una solución. Sus hermanos no están para nada de acuerdo, pero tienen respuestas opuestas a lo que perciben como el statu quo. El mayor, Moktar (Ouassini Embarek), un traficante de drogas involucrado también en el tráfico de armas, ha optado por participar en un juego que el joven Karim (Sami Slimane) considera amañado. El adolescente quiere cambiar las reglas. Quiere los nombres de los oficiales involucrados y quiere una revolución.
Esta estructura extremadamente simbólica es una apuesta arriesgada, pero funciona, porque la película entiende que el motor principal de la tragedia son las emociones humanas más primarias. La impresionante escena inicial, un plano secuencia de al menos 12 minutos de duración, parece inicialmente una simple hazaña técnica propia de un director de videoclips como Gavras. Sin embargo, la euforia que sentimos al final también nos ayuda a comprender mejor la fuerza que impulsa esta secuencia: Karim. Podemos sentir y comprender intelectualmente el alcance de su ira, así como su inteligencia, ya que solo una persona extremadamente familiarizada con su barrio y con el funcionamiento interno de la policía podría llevar a cabo un truco tan salvaje.
Además de las escenas de acción a gran escala, Gavras también dedica mucho tiempo a filmar los rostros de sus actores. Libres de la carga que supone el realismo, todos son canalizadores de pura emoción. Aunque cada uno representa un punto de vista diferente, todos se dejan guiar por sus sentimientos, para bien o para mal. Mientras Karim deja que su ira y su dolor se manifiesten en forma de revolución, Abdel pasa gran parte de la película consumido por la duda. En una de las escenas más impactantes de todo el festival, el joven quiebra finalmente y abandona toda razón.
A pesar de todo, la parte más sorprendente de Athena podría ser su final. En su conclusión, la película sugiere sin ambigüedades que en este enfrentamiento entre la policía y la barriada todos son víctimas, explotadas por otros que se benefician del conflicto. Es muy probable que otros grupos estén aprovechando las tensiones existentes para promover su propia agenda. Pero, ¿cuál es el mensaje? ¿Acaso la policía y los jóvenes de los suburbios deberían unirse contra este enemigo común? ¿La policía y el gobierno al que protege, la parte con mayor poder en esta ecuación, son solo víctimas, en ningún caso responsables ni beneficiarios del derramamiento de sangre? La lectura puede variar, dependiendo de hasta qué punto la energía propulsora de Athena nos aleje de la realidad para sumergirnos en la alegoría.
Athena es una producción de Iconoclast Films y Netflix, distribuida a nivel internacional por la plataforma de streaming el 23 de septiembre.
(Traducción del inglés)
Galería de fotos 02/09/2022: Venecia 2022 - Athena
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© 2022 Dario Caruso for Cineuropa - @studio.photo.dar, Dario Caruso
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