09/09/2022 - VENECIA 2022: En su primer largometraje, el director eslovaco Michal Blaško señala la latente xenofobia en nuestra sociedad

Vita Smachelyuk (derecha) en Victim

Cuando el hijo de la inmigrante ucraniana Irina (Vita Smachelyuk) recibe  una paliza y acaba en un hospital checo, ella entra en una espiral de mentiras. Se aprovechará de la gente, la gente se aprovechará de ella y sacará el máximo provecho de las tensiones xenófobas. En su primer largometraje, Victim [+lee también:
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entrevista: Michal Blaško
ficha de la película], estrenado en la sección Orizzonti de la 79ª edición del Festival de Venecia, el director eslovaco Michal Blaško vuelve a captar la situación de un forastero atrapado en una situación complicada, continuando así el enfoque temático que desarrolló en sus series y cortometrajes Suspicion [+lee también:
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Los responsables de que su hijo Igor (Gleb Kuchuk) esté en la UCI parecen ser tres chicos de etnia gitana, algo habitual en su destartalado edificio de una ciudad checa cuyo nombre desconocemos. Sin embargo, Igor nunca describe específicamente este giro de los acontecimientos. Es el investigador, el Sr. Novotny (Igor Chmela), quien primero sugiere que los atacantes de Igor "no eran blancos". Como descubrimos más adelante en la historia, después de que las tensiones hayan estallado, eso no fue  más que una mentira dicha por Igor, al que sencillamente se le fue la cabeza en el pasillo.

Pero llegados a este punto ya es demasiado tarde para cambiar la historia. Blaško pone al descubierto el abismo social en el que se encuentran los dos inmigrantes. A la espera de conseguir la ciudadanía checa, cualquier contratiempo podría hacer peligrar el proceso. Un ejemplo de ello es el prolongado interrogatorio del Sr. Novotny, que parece más interesado en por qué le denegaron la ciudadanía a Irina en el primer intento que en los acontecimientos en sí. Igualmente, la atención mediática que Irina ha suscitado con Michal (Viktor Zavadil), un antiguo residente de su barrio que resulta tener vínculos con la extrema derecha y que utiliza a Igor como chispa para desencadenar una revuelta racista, la ha puesto en el disparadero público.

Se interpela sutilmente al espectador para que se decante por uno de los dos bandos. ¿Irina se aprovecha de la situación o utiliza deliberadamente una grieta en un sistema que se ensaña sobremanera con ella? Ambos son intrusos en una sociedad e intentan sobrevivir en ella. Pero la sociedad de su país de adopción está más resentida con la población gitana local que con la afluencia de ucranianos a la República Checa.

Para integrarse, Irina tendrá que pisotear a los que se quedan atrás. No solo la vecina gitana de Irina queda atrapada en el fuego cruzado de toda la atención mediática, sino que detienen a uno de sus hijos como posible sospechoso. E incluso cuando Irina empieza a tener remordimientos de conciencia e Igor niega que esa persona sea el responsable, el chico en cuestión debe permanecer arrestado. Simplemente porque "tiene antecedentes".

Gracias a mantener el escenario de su película intencionadamente vago, Blaško consigue crear una historia universal sobre las sociedades de dos clases, sobre la xenofobia reprimida y sobre el racismo, pero también sobre las esperanzas y los sueños rotos. Aunque escoge la República Checa como escenario en lugar de su Eslovaquia natal, la ubicación puede verse como una mera plantilla en la que plasmar una visión sobre Europa en general.

Es una sociedad que se esfuerza por mostrarse ilustrada, progresista e inclusiva, pero al mismo tiempo es una sociedad que salta a las primeras de cambio y da rienda suelta a la cara fea de la exclusión y la persecución latentes. Irina se convierte en una marioneta de las facciones enfrentadas, sabiendo perfectamente que ninguna de ellas llegará a aceptarla. Es una batalla perdida y cuesta arriba, así que ¿por qué no aprovecharla al máximo mientras pueda?

Victim es una coproducción checa, eslovaca y alemana en manos de nutprodukcia, nutprodukce, Electric Sheep, Czech Television y Radio and Television Slovakia. De su distribución internacional se encarga Pluto Film.

(Traducción del inglés por Marcos Randulfe)

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Michal Blaško, Vita Smachelyuk, Gleb Kuchuk, Igor Chmela, Viktor Zavadil, Inna Zhulina
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