21/09/2022 - Las niñas de Pilar Palomero han crecido y en esta excesivamente larga y no siempre acertada combinación de ficción y realidad se enfrentan al conflicto social del embarazo adolescente

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ficha de la película], lo sufre: algunas de las esperanzas puestas en este film quedan defraudadas, sobre todo por un exceso de metraje para una historia que pide a gritos un generoso tijeretazo en montaje.

Este largometraje, que compite por la Concha de Oro desde la sección oficial del 70º Festival de San Sebastián, aborda, como su propio título señala –sin miedo al spoiler– el problema social de los embarazos precoces. La propia protagonista, de 14 años, es demasiado inmadura para enfrentarse a tamaña responsabilidad y el cambio de vida y hábitos que conlleva. Pero será bienvenida en un centro de acogida donde otras chicas se han batido con el mismo problema.

Es pues, La maternal, una película que retrata una realidad terrible y para ello Palomero ha consultado a muchachas que han vivido esa experiencia e incluso las enfrenta a su cámara, otorgándoles un papel secundario en la trama: en ese exceso de fe en las declaraciones verídicas de todas ellas la película naufraga, varando su ritmo en un par de escenas donde ellas hablan delante del objetivo para contar sus experiencias maternales y sentimentales; esos momentos documentales ralentizan una ficción que consigue grandes picos de emoción cuando se emplea más la imagen que el diálogo.

Por ejemplo, resulta muy potente el instante en que la protagonista, embarazadísima, desea –como niña que sigue siendo– disfrutar de un parque de atracciones o la mirada reprobatoria que le lanza una dependienta cuando descubre su abultada barriga: ahí la cineasta maña demuestra su talento con pinceladas sutiles y geniales que convirtieron a Las niñas en un éxito hace dos años.

También aquella película se abría y cerraba con dos escenas modélicas, cargadas de simbolismo y sentido: en La maternal asimismo la primera secuencia muestra algo que condiciona hoy la frágil vida sexual de los jóvenes (¿qué educación sexual reciben? ¿y cómo?), y la última hermana a una madre e hija que habían estado alejadas durante el resto del metraje.

A ritmo de reguetón y canciones de Estopa, La maternal descubre para el cine a una pequeña gran fuerza de la naturaleza (la debutante Carla Quílez), de torrencial personalidad y fuerte carácter (“¡Qué macarra eres!”, le dice un educador que parece haber leído el pensamiento del espectador), enfrentada en varios planos a Ángela Cervantes, en el papel de su madre (también soltera): dos seres humanos que tal vez se parezcan tanto… que no lo pueden soportar.

La maternal es una producción de Inicia Films, Bteam Prods y Barrixica AIE. De sus ventas internacionales se ocupa la agencia gala Elle Driver y de su estreno en salas, previsto para el 18 de noviembre en España, Bteam Pictures.