19/10/2022 - El primer largometraje de Andrew Cumming es una película de género hecha con el principio de la historia de nuestra especie que hace gala de una visión oscura de la naturaleza humana

Un grupo de personas vestidas con pieles de animales están reunidas alrededor del fuego por la noche, están calladas, algunas perdidas en sus pensamientos y otras están descansando. Un niño pide que le cuenten una historia, su historia, de hecho. Desde la primera secuencia de su primer largometraje, The Origin, que se estrenó en el Festival BFI de Londres, Andrew Cumming revela la simplicidad de las personas del Paleolítico, pero también su sentido emergente de supervivencia y aventura. Su habilidad de permanecer todos callados y dejarse consolar por las llamas está bastante lejos de nuestro corto período de atención, sin embargo, la dependencia de la narración para entender quiénes son está evidentemente relacionada.

El patriarca Adem (Chuku Modu) dirige el grupo, promete llevar a su familia a un lugar seguro después de llegar con éxito a un lugar nuevo y desconocido. A pesar de los miedos del mayor del grupo, Oldo (Arno Luening), que habla de monstruos escondidos en las sombras, Adem está convencido de que su fuerza y determinación les protegerán, parece la reencarnación de la racionalidad humana y la cabezonería, pero su mujer en avanzado estado de gestación, Ave (Iola Evans), al igual que su hijo, son su motivo real para su fe infundada. Cuando el mundo entero es desconocido y potencialmente peligroso, ¿qué cosa aparte de lanzarte de cabeza y esperar encontrar un refugio puedes hacer?

Al poco, la oscuridad demuestra ser muy peligrosa. El hijo de Adem y Ave desaparece, al parecer un animal extraño le ha capturado. Determinado a salvar su linaje, pero también para demostrar su superioridad frente a los elementos, Adem se adentra ciegamente en la oscuridad de la noche y, por lo tanto, empieza lo que parece una película clásica de terror con monstruos, incluso un poco cliché. Sustos repentinos, formas oscuras moviéndose en la oscuridad y alaridos propios de Alien: el octavo pasajero, rápidamente se convierten en repetitivas, ya que casi todos los miembros del grupo pasan por una experiencia similar buscando a sus amigos y enfrentándose a la bestia desconocida. Sin embargo, más allá de esta familiaridad, la elección de que la historia de nuestros primeros días se ciña al género de terror con monstruos parece un desacierto, hasta que llega el giro inesperado una vez superados los dos tercios de la película, al espectador (o al menos a la que escribe estas líneas) le da la sensación de que Andrew Cumming no tenía fe en lo interesante que era la Edad de Piedra y necesitaba elevar la apuesta añadiéndole un componente de terror. De manera poco común y paradójicamente, la revelación legitima lo sucedido previamente.

Los supervivientes del grupo tienen que tomar decisiones duras constantemente para su supervivencia, y Cumming parece debatir entre el sentido de la responsabilidad individual y el deseo de comunidad son atributos naturales que emergen en circunstancias duras en las que nuestros antepasados evolucionaron. La película es un poco más compleja, sin embargo, porque algunas decisiones no satisfacen a nadie. En The Origin, los primeros seres humanos se muestran capaces de demostrar animosidad, vergüenza y remordimiento, y los nombres de Adem y Ave hace una referencia poco sutil al pecado original que se ha pasado a lo largo de generación en generación, y que Cumming considera, compresiblemente, irreconciliable. Quizás el verdadero monstruo hemos sido nosotros durante todo este tiempo.

The Origin ha sido producida por las compañías británicas Escape Plan Productions y Selkie Productions.

(Traducción del inglés por Helena Martínez)