email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

ROMA 2022

Crítica: L’ombra di Caravaggio

por 

- Michele Placido dirige una megaproducción sobre el gran pintor del siglo XVII, buscando la verdad y poniendo en primer plano la humanidad miserable que le inspiraba

Crítica: L’ombra di Caravaggio
Riccardo Scamarcio en L’ombra di Caravaggio

Durante más de cincuenta años, Michele Placido ha querido trasladar la vida y obra de Caravaggio a la gran pantalla. Desde que llegó a Roma a finales de los años 60, a la sombra de la estatua de Giordano Bruno en Campo de' Fiori, imaginaba un guion teatral en el que el pintor rebelde del siglo XVII se encontraba con el filósofo hereje que fue quemado en la hoguera en esa misma plaza. Finalmente, tenemos la suerte de poder asistir a ese encuentro, junto a muchos otros, en L'ombra di Caravaggio [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, que ha tenido su estreno mundial en la 17.ª Fiesta del Cine de Roma (dentro de la sección Gran Público), la película que el director, actor y guionista de 76 años nacido en Apulia ha realizado sobre la figura de Michelangelo Merisi, conocido como Caravaggio, uno de los artistas más revolucionarios e influyentes de la historia del arte y de todos los tiempos. Los modelos de este genio eran las prostitutas y los parias que podían encontrarse en los bajos fondos de Roma, a los que transfiguraba en santos y vírgenes en sus pinturas, provocando la desaprobación de la Academia y, sobre todo, de la Iglesia.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Fue precisamente decisión de la Iglesia, con todos sus valores contrarreformistas, investigar la vida y obra de Caravaggio para decidir su destino, lo que aportó a Placido y a sus coguionistas (Sandro Petraglia y Fidel Signorile) el impulso que necesitaban para representar los últimos años del artista, que vivió entre Roma y Nápoles, hasta su inexplicable muerte en Porto Ercole (Toscana). Estamos a principios del siglo XVII, cuando Caravaggio (interpretado por Riccardo Scamarcio) espera la sentencia sobre una pena de muerte por asesinato. Tras haberse refugiado en Nápoles, bajo la protección de la poderosa marquesa Costanza Colonna (Isabelle Huppert), el pintor espera la gracia del Papa. Este encarga a uno de sus emisarios (Louis Garrel, el único personaje inventado de la película) que investigue al artista "maldito" para averiguar qué se esconde detrás de sus obras transgresoras y, en última instancia, para convencerle de que renuncie a su arte para salvar su vida.

Posteriormente, La Sombra (como se conoce al personaje de Garrel) localiza a quienes han conocido y mantenido relación con el pintor por diversos motivos. Entre los interrogados por el inquisidor se encuentran la propia Costanza Colonna, que ha protegido a Caravaggio desde que era niño; el cardenal Dal Monte (Michele Placido), un mecenas y coleccionista de arte; Giovanni Baglione (Vinicio Marchioni), pintor académico y rival de Caravaggio; Lena (Micaela Ramazzotti), la hermosa prostituta de la que se enamoró Merisi y que aporta sus rasgos a la Virgen María en muchos de sus cuadros; su modelo y ayudante Cecco (el rapero Tedua), con quien el artista mantuvo una relación ambigua, y la inquieta prostituta pelirroja Anna Bianchini (Lolita Chammah), cuyo cuerpo, rescatado del río con el estómago hinchado, se dice que fue retratado por Caravaggio en su obra maestra "Muerte de la Virgen".

“Busco la verdad”, aseguraba el pintor, y parece que Placido quiere hacer lo mismo con su película. Especialmente cuidada y precisa en lo que se refiere a la escenografía y el vestuario (gracias al trabajo de Tonino Zera y Carlo Poggioli, respectivamente), la cinta representa las calles sucias, las ropas polvorientas, los muebles de época y los objetos que han perdido su barniz. Hay sangre y sudor, logrando transmitir en pantalla el lado más carnal y humano de los cuadros de Caravaggio. Una de las fortalezas de la película es la forma en que muestra cómo ciertos aspectos de la realidad se colaban en las obras del pintor, como los ladrones, vagabundos y prostitutas que aparecían en los lienzos del artista, como en un escenario, transformados en obras de arte eternas. Desgraciadamente, el excesivo énfasis y falta de sustancia de ciertos diálogos e interpretaciones acaban por socavar esta autenticidad. No obstante, se trata de una película pensada para un público general, que esperemos responda en consecuencia.

L’ombra di Caravaggio es una producción de Goldenart Production junto a RAI Cinema, coproducida por las francesas MACT Productions y Le Pacte. Wild Bunch se ocupa de las ventas internacionales.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

(Traducción del italiano)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy