21/10/2022 - Lo nuevo del iraní Mani Haghighi es un thriller repleto de dobles y giros de guion, sobre dos familias rivales en lados opuestos del espectro de clases

Si tenemos por costumbre generalizar sobre los distintos cines nacionales, lo cierto es que la obra de Mani Haghighi se sitúa en un punto incierto. Hay dos detalles que llaman la atención sobre él. En primer lugar, se trata de un cineasta que sobresale en el cine de género, en comparación con sus compatriotas iraníes, que se inclinan más hacia el realismo documental. En segundo lugar, creció y disfrutó de una exitosa carrera académica (en el campo de la filosofía, por supuesto) en Canadá. El director conserva la doble nacionalidad canadiense, pero ahora reside en Irán (donde, lamentablemente, también ha sufrido recientemente los problemas legales y de censura que han afectado a otros compañeros como Jafar Panahi, como el hecho de que se le impidiera embarcar en un avión para presentar esta misma película en el Festival BFI de Londres). Además, es descendiente del célebre clan artístico iraní Golestan, y ha colaborado en dos ocasiones con Asghar Farhadi. Su anterior película, Pig, presentada en competición por el Oso de Oro, se centraba en un asesino en serie que mataba a famosos directores iraníes. Toda esta trayectoria ha dado lugar a una mezcla atractiva, tal vez implacable.

Lo que en un principio sorprende acerca de su último thriller, la elegante Subtraction [+lee también:
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ficha de la película], estrenada en Toronto antes de proyectarse en el BFI de Londres, es su falta de contenido político explícito. No es que la historia pueda trasladarse a cualquier otra parte del mundo, sino que el autoritario Estado iraní, especialmente presente en la vida de su población urbana, no se encuentra en primer plano, sobre todo en un momento en el que los espectadores internacionales que han seguido los recientes disturbios sociales impulsados por las mujeres del país deberían estar más sensibilizados con el tema. Subtraction trata sobre cómo los diferentes grupos de personas, que poseen una mayor capacidad de acción, funcionan en una sociedad de clases, aunque su enfoque en el secretismo y la insinuación la hace muy iraní, además de verdaderamente hitchcockiana.

Es extraño desvelar un resumen parcial de la trama, ya que el primer acto está compuesto por una sucesión de revelaciones inesperadas. Aun así, hay que mencionar que Subtraction es una historia de doppelgängers y dobles, interpretada con absoluta franqueza, sin un solo guiño autoconsciente ni una pizca de banalidad. Haghighi logra algo sorprendente en términos tonales, aportando a la cinta la claridad de una pesadilla en vigilia. Al igual que Una separación y El pasado [+lee también:
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ficha de la película], de Farhadi, la historia se centra en dos familias nucleares separadas, que se encuentran a través de una serie de coincidencias y actos impulsivos cada vez más intensos, solo que aquí están interpretadas literalmente por los mismos dos actores: Taraneh Alidoosti y Navid Mohammadzadeh.

Cuando la profesora de autoescuela Farzaneh (Alidoosti), que se enfrenta al tercer trimestre de su embarazo mientras sigue las indicaciones de su médico y deja de tomar unos potentes antidepresivos, ve a su marido Jalal (Mohammadzadeh) subir a un autobús público con destino a un lujoso bloque de apartamentos, asume que está teniendo una aventura. No obstante, al incorporar a su suegro (Ali Bagheri) a un plan de espionaje un tanto exagerado, la mujer descubre que se trata de otra persona, un acomodado directivo idéntico a su marido, a lo que se suma el impactante descubrimiento de la esposa de este. A partir de este momento se produce un enfrentamiento fatal, en el que las parejas se acercan peligrosamente a una conexión romántica, además de conspirar juntas para anular una acusación de agresión a través de una trama más elaborada.

Cabe mencionar la herencia canadiense de Haghighi, considerando las similitudes entre Subtraction y la magnífica Enemy [+lee también:
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ficha de la película] , de Denis Villeneuve. De hecho, podemos encontrar una analogía relacionada con su inquietante surrealismo mientras vemos Teherán bajo una lluvia constante, una de las únicas pistas para captar la realidad potencial en la que se desarrolla la película, dado que el guion establece claramente que no existe una distorsión subjetiva ni narradores poco fiables. Quizás Subtraction no sea lo suficientemente singular como para destacar en medio del exceso de contenido de cine de género en las pantallas de todos los tamaños, pero nos ofrece una experiencia elegante y macabra que rara vez ofrecen las obras de este tipo.

Subtraction es una coproducción entre Irán y Francia, producida por Majid Film Production y Films Boutique Production. Films Boutique se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)