26/10/2022 - La segunda cinta de Stefano Cipani, escrita por los hermanos D’Innocenzo, es una película que se apoya completamente en los diálogos y en las interpretaciones, pero que no acierta a encontrar su tono

Angela Finocchiaro, Raffaella Rea, Claudio Santamaria y Sergio Rubini en Educazione fisica

Si tu hijo cometiera un delito, ¿qué harías? ¿Lo entregarías o lo protegerías? I nostri ragazzi [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Ivano De Matteo
ficha de la película], de Ivano De Matteo, estrenada en Venecia en 2014, planteaba al público esta complicada pregunta para revelar el lado oscuro de dos familias aparentemente acomodadas que se enfrentaron al terrible acto llevado a cabo por sus hijos adolescentes. Esa misma pregunta regresa en Educazione fisica [+lee también:
tráiler
ficha de la película], la nueva película de Stefano Cipani (Mi hermano persigue dinosaurios [+lee también:
crítica
tráiler
making of
entrevista: Stefano Cipani
ficha de la película]) presentada en la sección Grand Public del 17º Rome Film Fest, que esta vez presenta a tres familias, culpables más jóvenes y reacciones parentales mucho peores.

Educazione fisica, basada en la obra teatral “La palestra”, de Giorgio Scianna, y con guion de los hermanos D’Innocenzo (Queridos vecinos [+lee también:
crítica
tráiler
entrevista: Fabio y Damiano D'Innocenzo
ficha de la película], America Latina [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película]), toca temas bastante sensibles y tópicos como la culpa, la responsabilidad y la educación que damos a nuestros hijos, en especial en la era de las redes sociales. La historia gira en torno a cuatro padres de tres estudiantes de secundaria: Franco, Carmen, y el matrimonio compuesto por Aldo y Rossella (interpretados respectivamente por Claudio Santamaria, Raffaella Rea, Sergio Rubini y Angela Finocchiaro). La directora (Giovanna Mezzogiorno) los ha citado en el gimnasio del colegio para hablarles de un episodio desagradable que ha ocurrido, y que involucra a sus hijos.

Para empezar, nuestros cuatro protagonistas no saben por qué han sido reunidos en este gimnasio con su equipamiento oxidado y sus paredes cubiertas de graffitti (la escenografía fue construida desde cero en los estudios Cinecittà). La película presenta a los personajes mientras ellos esperan a la directora: Franco es un emprendedor acomodado y condescendiente, Carmen es una madre divorciada (que mantiene una relación secreta con Franco, que está casado) y Aldo y Rossella son una pareja modesta más mayor y padres de un hijo adoptado.

Cuando llega la directora, reciben muy malas noticias: hace unos días, una chica fue violada en ese mismo gimnasio después de una clase de educación física, y los nombres que han surgido como responsables de ese acto tan retorcido son los de tres chicos de trece años: Christian, Giordano y Arsen, sus hijos. “Pero eso es imposible, ¡todavía son niños!”, es la incrédula reacción inicial de sus padres, que se cuentan cualquier cosa con tal de demostrar (y convencerse a sí mismos) que se trata de un terrible error. Pero, lamentablemente, no es el caso; hay pruebas que dicen lo contrario y en esta era de los teléfonos inteligentes vienen en forma de vídeo, grabado por uno de los chicos mientras se turnaban para aprovecharse de su compañera. 

Frente a la evidencia, surge lo peor de estas personas. “Ella lo pidió”, insinúan los padres mientras cierran filas y difaman a la joven víctima. Pero la directora es firme: el delito debe ser informado a la policía. Y como ellos están escondidos en ese gimnasio mientras sus hijos, que ignoran su culpabilidad, juegan fuera (podemos verlos a través de una ventana rota), la situación se vuelve cada vez más tensa, antes de explotar. Capaces de llegar al tipo de acuerdo que va más allá de toda ética, solo para evitar enseñar a sus hijos una lección o inculcarles un sentido del bien y del mal, los cuatro protagonistas intentan proteger ante todo su propio pellejo. A pesar de ser una película con raíces en el teatro, grabada en secuencia siguiendo el crescendo de las emociones de la historia y con una destreza interpretativa considerable, la historia deja a los espectadores con muchas preguntas, ya que su tono sigue siendo algo incierto, perdido entre el drama, la sátira social y la comedia negra.  

Educazione fisica ha sido producida por Paco Cinematografica y RAI Cinema en coproducción con la compañía polaca Agresywna Banda.

(Traducción del italiano)