06/12/2022 - Aunque se centre en una relación lésbica ambientada en un contexto inusual, la película de Mariana Cengel-Solcanská sigue siendo una estereotipada película de época

Aunque solo constituye el telón de fondo en The Chambermaid [+lee también:
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ficha de la película], de Mariana Cengel-Solcanská, la desintegración del Imperio Austrohúngaro, sus efectos sobre ricos y pobres, y la forma en la que los personajes lo ven venir (o no) son en realidad más interesantes que aquello que conforma el núcleo de la historia. Estrenada en la sección Critics' Pick del festival Black Nights de Tallin, The Chambermaid gira en torno a una joven eslovaca llamada Anka (Dana Droppová) que se ve obligada a trabajar como criada para una adinerada familia vienesa en Praga. Joven e inexperta, Anka se esfuerza por encontrar su lugar en este mundo lleno de códigos en el que nada es lo que parece. Sin embargo, para el público, el hecho de que todos esos ricos sean en realidad unos miserables, de que una joven no ame a su atractivo marido o de que el dueño de la casa tenga una aventura con otra de las criadas, no resulta para nada sorprendente. La caracterización general que hace la película de las clases altas como gente grotesca, arrogante, egoísta y quejica, y de sus empleados como personas secretamente rencorosas hacia sus amos, no resulta ni de lejos tan sorprendente o emocionante como aparentemente debería ser.

La novedad reside en la relación que se desarrolla entre Anka y Resi (Radka Caldová), miembro de esta familia adinerada a la que se encarga de atender, junto con otra docena de empleados. Al principio, Resi acosa a Anka, probando hasta dónde es capaz de llegar para cumplir sus órdenes; pero pronto Anka se da cuenta de que Resi no hace más que descargar su propia frustración y rabia en alguien aún menos poderoso que ella. Las criadas saben mucho más que el contenido de los urinarios y retretes de sus amos: ven la verdad tras la fachada, los secretos ocultos tras las convenciones. En el caso de Resi y Anka, esta última se convierte en una especie de confidente de la joven, que no es tan libre ni tan rica como parece. De esta forma, la película centra su atención en la desigualdad entre los sexos, extendida tanto entre los trabajadores como en la clase social a la que pertenece Resi. El hecho de que Resi y Anka dejen en un principio que estas presiones las enfrenten como enemigas, antes de convertirse en mejores amigas y, finalmente, en amantes, supone un gran acierto narrativo (así como una evolución realista). En una de las secuencias iniciales, Anka decide finalmente acostarse con el hombre autoritario que la ha estado presionando desde que llegó, pero solo para poder averiguar qué es lo que le hará su marido a Resi en la noche de bodas. Estamos ante un mundo en el que es mejor moverse de forma estratégica, independientemente de si eres una simple criada o la hija de un hombre adinerado.

Tal vez sea la inevitabilidad de la tragedia lo que convierte The Chambermaid en una propuesta predecible y poco atractiva, a pesar de la intensidad de los sentimientos entre Anka y Resi. De hecho, aunque algunas de las caracterizaciones e interpretaciones de la película expresan la violencia de esa sociedad, también se revelan como intentos de amenizar el proceso. Droppová y Caldová hacen un buen trabajo a la hora de anclar la película en una realidad creíble y sentida, al igual que el vestuario y la escenografía. Sin embargo, su estructura esquemática no deja mucho espacio a las dos actrices para dar vida a sus personajes.

The Chambermaid es una producción de las eslovacas Bright Sight Pictures y Continental film, junto a la checa CINEART TV Prague. Continental Film se encarga de la distribución en Eslovaquia, mientras que Picture Tree International se ocupa de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)