24/01/2023 - Francesca Reverdito y Riccardo Bernasconi ofrecen al público una comedia agridulce sobre la migración y la amistad

Una colaboración artística tan intensa como la de Francesca Reverdito y Riccardo Bernasconi solo podía haber dado lugar a una ópera prima igual de intensa y sorprendente (por no decir directamente desestabilizadora). De hecho, Papaya 69, estrenada mundialmente en la sección Panorama de las Jornadas de Soleura, es una comedia intencionadamente casera y artesanal que hace gala de su diferencia con orgullo.

Rodado con un equipo de colaboradores fieles, el primer largometraje de Reverdito y Bernasconi explora el tema de la amistad, así como la familia en el sentido más amplio de la palabra. “Nuestra familia son las personas que escogemos”, afirma la directora, para recordarnos que los sentimientos de proximidad, los más profundos, no están necesariamente limitados a los lazos de sangre. Familia significa apoyo y respeto, aceptar las diferencias individuales y reconocer las similitudes mutuas que nos unen.

Eva, la protagonista de Papaya 69 (interpretada por una colaboradora habitual de los directores, Rosanna Sparapano), es una joven sudamericana que huye de una pareja violenta y de una vida de explotación y dependencia. La segunda protagonista de la película es Rainbow (Valentina Violo), una antigua estrella de la televisión, víctima del éxito que tuvo cuando era más joven y que ahora le resulta asfixiante y traumatizante. Incapaz de dejar atrás el papel que interpretaba cuando tenía catorce años, Rainbow decide aprovechar su fama, ofreciendo una versión más “sexy” y solo para adultos de su antiguo personaje a través de la webcam. Un encuentro casual entre Eva y Rainbow ayuda a estas dos antiheroínas a liberarse de las ataduras de los hombres violentos y narcisistas que intentan controlar todos sus movimientos. Un encuentro inesperado y accidentado que les permitirá hacer las paces con su pasado.

Manteniéndose fieles a un universo artístico que podría describirse como artesanal (término que los dos directores emplean con orgullo), Reverdito y Bernasconi ofrecen una comedia agridulce donde la tragedia de la vida real se mezcla de forma fluida y natural con situaciones surrealistas y personajes que parecen sacados de una película de Almodóvar. Las elecciones de vestuario (de las que se encargó la propia Reverdito, con una precisión quirúrgica) también son un poco almodovarianas, con sus colores brillantes de los 80 y su estilo vintage. Tal y como han explicado los propios directores, todo lo que aparece en sus películas es “recuperado”, ya sea el vestuario o los accesorios. Siguiendo un espíritu verdaderamente ecológico y, en algunos aspectos, decididamente moderno y ahorrador, nada se tira. Reverdito y Bernasconi buscan hacer un cine diferente, deliberadamente imperfecto, que en consecuencia acaba siendo más directo e íntimo. La libertad impregna cada una de las imágenes, reflejando un universo artístico inflexible ante las modas o tendencias del momento. Las fuerzas que impulsan las películas creadas por este dúo de realizadores son sus propios gustos personales y la belleza de un mundo cinematográfico que se ha vuelto cada vez más complejo y cambiante. Papaya 69 es la representación perfecta de este espíritu libre, del valor (o quizás de la imprudencia) de dos directores que viven su arte en 360 grados. Los personajes de su última película son marginados que tratan de sobrevivir en un mundo decidido a silenciarlos simplemente por ser diferentes; mercancías dañadas de las que es mejor apartarse. A través de la lente de Bernasconi y Reverdito, estos mismos personajes pueden llorar por su dolor y convertir las heridas del pasado en armas para luchar contra una revolución clandestina que está saliendo gradualmente a la superficie. En definitiva, Papaya 69 es una película aparentemente ligera y directa, que esconde un corazón rebelde e indomable.

Papaya 69 es una producción de la suiza PiCfilm junto con RSI (Radio Televisione svizzera).

(Traducción del italiano)