25/01/2023 - Susanna Fogel consigue alcanzar algo de verdad en su película, a veces divertida, a veces (muy) incómoda

Aunque pueda sonar injusto, las mujeres están acostumbradas a tener miedo. Se convierte en una parte de tu vida: comprobar discretamente si alguien te sigue por la noche, preguntarte si un tío al que acabas de escribir es en realidad un psicópata con un cuarto de tortura. Esta sensación, que ni siquiera influye especialmente en tu vida diaria, porque siempre ha estado ahí, es algo que Susanna Fogel capta muy bien en su película Cat Person, estrenada en la sección Premieres de Sundance.

Margot, una estudiante universitaria (interpretada por Emilia Jones, protagonista de CODA, que tiene otra película en Sundance este año, Fairyland), también hace todas estas cosas. Llama a una amiga mientras camina por una calle oscura, con la única intención de saber que alguien la está esperando, y se asusta con cada sonido. Más tarde, imagina situaciones violentas y aterradoras con la persona con la que tiene una cita. Y luego vuelve a quedar con él.

En este momento podríamos empezar a cuestionar la lógica del personaje: si algo parece extraño y no te sientes segura, ¿por qué continuar? Aunque, de nuevo, es una sensación que siempre está ahí. El alto y atractivo desconocido (Nicholas Braun, que interpreta al primo Greg en Succession), con el que empieza a hablar en el cine donde trabaja, también sabe leer las señales, e incluso escuchamos un incómodo "no voy a matarte". Sin embargo, el fracaso a la hora de comunicarse honestamente entre ellos (al menos en la vida real, ya que se les da muy bien a través de mensajes de texto) y las consecuencias cada vez más incómodas de esta situación, son difíciles de presenciar. Sobre todo porque parecen reales.

Fogel ha hecho una película extraña, en la que los miedos habituales chocan con escenas sorprendentemente excéntricas: tenemos a Isabella Rossellini anunciando: "La gente elige tener miedo", mientras cuida de unas hormigas (es una larga historia). Hay amor (y odio) por el cine en Cat Person, e incluso Harrison Ford recibe críticas por el comportamiento de sus personajes hacia las mujeres. Hay actores secundarios exagerados, cantando Into the Woods. Es casi un milagro que la historia no esté ambientada en Halloween (el planteamiento, el terror y la exageración ya están ahí). De hecho, cuando finalmente ocurre algo terrible, es casi un alivio, de una forma retorcida. Al menos Margot no ha perdido el tiempo imaginándoselo.

Es muy probable que Cat Person (basada en un popular relato corto de Kristen Roupenian, publicado en The New Yorker) enfade a alguna gente. Fogel no pone las cosas fáciles ni opta por villanos obvios, a diferencia de Fresh, estrenada el año pasado, aunque sigue un camino similar con una relación aparentemente dulce e inocente que sale mal. Podemos hablar de consentimiento todo lo que queramos, o incluso de "la temida fotopolla", pero nada cambiará hasta que las mujeres, especialmente las jóvenes, dejen de preocuparse por intentar complacer a todo el mundo y piensen primero en ellas. "Di: he cambiado de opinión", le suplica una versión de Margot a la otra cuando esta empieza literalmente a disociarse de lo que está pasando (y de su propio cuerpo), pero la presión por ser percibida como una chica guay o, considerando la diferencia de edad en esta pareja, como una mujer adulta, es demasiado fuerte. Es tan reconocible que te rompe el corazón y lo único que quieres es darte una larga ducha.

Cat Person es una coproducción franco-estadounidense, producida por StudioCanal, 30WEST, Echelon Productions Inc, Imperative Entertainment y The New Yorker Studios. StudioCanal se encarga de las ventas internacionales.

(Traducción del inglés)