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IFFR 2023 Competición Tiger

Crítica: Indivision

por 

- 12 años después de Sur la planche, Leïla Kilani vuelve con su segundo largo de ficción, una película de ecos revolucionarios, temeraria y original, realista a la par que lírica

Crítica: Indivision

“Una dinastía deteriorada, sin ningún remedio, como un bus loco que da vueltas invisibles. Un giro lleva a otro, hasta el infinito”. La familia Bechtani está sumida en el caos, reunida bajo el pretexto de un matrimonio para conseguir la firma de los 22 herederos para la venta de la vasta propiedad de la Mansouria, en las montañas de Tánger, un territorio que engloba un bosque, un refugio de cigüeñas y un barrio de chabolas que lleva décadas allí. Este es el argumento de Indivision, presentada en la competición Tiger del IFFR. Un segundo largometraje de ficción tumultuoso y demandante que marca el sorprendente y radical regreso de la marroquí Leila Kilani después de Sur la planche [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, estrenada en la Quincena de los Realizadores en 2011.

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“Estoy rodeada de coincidencias y de pájaros… ¿Soy normal? No. Te hablo a ti, al amigo invisible, al seguidor”. La protagonista de la historia, Lina (Ifham Mathet), de 13 años y con 24,7 mil seguidores en las redes sociales (donde encadena directos y chats bajo el pseudónimo de Cicogna nera), está voluntariamente muda desde la muerte accidental de su madre. Apasionada de la ornitología como su padre, el triste viudo Anis (Mustafa Shimdat), la adolescente se opone al deseo de vender la Mansouria, una operación orquestada por su abuela, Amina (Bahia Boutia El Oumani), a quien ella llama La Maréchale, una mujer muy orgullosa de su clase social privilegiada. Un promotor ya está allí, preparado para iniciar grandes trabajos y eliminar el barrio de chabolas situado más allá, del otro lado del bosque, más abajo de la casa familiar petrificada en su decorado de obras de arte y pájaros disecados. Pero falta la firma de los 22 herederos y Anis se rebela, anunciando que donará su parte a “Habous” (en beneficio de una obra piadosa o de utilidad general). Una decisión que desencadena el caos, disputas durante los preparativos de boda en la casa, incendios en el bosque que causan revuelo en el barrio de chabolas y que sitúan a la joven empleada, Chinwiya (Ikram Layachi), entre la espada y la pared de las clases sociales… Todo bajo la mirada de la cámara del teléfono de Lina y de su voz interior.

El argumento de microcosmos familiar, que se desarrolla de manera muy intensa en tres días (uno de exposición, otro con el inicio de la guerra y, por último, la metamorfosis), describe de manera subyacente el proceso revolucionario. Un reflejo que Leïla Kilani pule con un estilo caótico, sincopado, casi “godardiano” con su confusa voz en off, secuencias de representación de la naturaleza (fabulosas bandadas de cigüeñas, árboles, muchos animales, grabaciones de noches en el bosque con cámaras térmicas, etc.), fuegos que apagar, lluvias de cenizas, ajustes de cuentas en las habitaciones de la casa, flashbacks más o menos oníricos, rituales de boda, relaciones entre grupos de edad y entre clases sociales, amor, traición, etcétera. Indivision, que intenta asociar al máximo su fulgurante forma visual a su fondo agitado, se arriesga y explora una radicalidad cuyo carácter impetuoso no busca evitar las dificultades de la confusión inherente a su esencia. Un ensayo de libertad por parte de una directora que no tiene miedo. 

Indivision ha sido producida por Socco Chico Films y DKB (que también gestiona las ventas internacionales).

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(Traducción del francés)

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