Crítica: Infinity Pool
por Elena Lazic
- Después de las emociones fuertes y viscerales de Possessor, Brandon Cronenberg vuelve con una autoconsciente sátira de clase sobre los muy ricos
En un giro que aparentemente ha decepcionado a algunos y confundido a otros, el director canadiense Brandon Cronenberg ha decidido que su nueva película, tras la visceral y visualmente impresionante Possessor [+lee también:
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ficha de la película] (2020), estuviese anclada en un mundo más reconocible e identificable. Hablamos de Infinity Pool [+lee también:
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ficha de la película], que acaba de estrenarse en la sección Midnight de Sundance. Concretamente, lo que ha desinflado parte del entusiasmo en torno a la película es la decisión de crear otra sátira sobre los ricos, apenas un año después de que El triángulo de la tristeza [+lee también:
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entrevista: Ruben Östlund
entrevista: Ruben Östlund
ficha de la película] y The White Lotus nos ofrecieran una buena dosis de lo mismo.
El escritor James Foster (Alexander Skarsgård) y su esposa Em (Cleopatra Coleman) están de vacaciones en un resort de la isla ficticia de La Tolqa (en lo que parece Croacia). Em es hija de un rico empresario y lleva mucho tiempo costeando el estilo de vida de su esposo, mientras él se esfuerza por encontrar inspiración para su próxima novela. Este hombre de carácter pasivo comienza a sentirse atraído por la órbita de la sexi Gabi Bauer (una electrizante Mia Goth) y su marido Alban (Jalil Lespert), una pareja hedonista que invita a James y Em a unirse a ellos en una playa fuera del complejo turístico. No se trata de un viaje inocente, y no solo porque vaya en contra de las normas que todos los huéspedes han aceptado cumplir: James ya está sucumbiendo a su atracción por la lasciva Gabi, aunque pretenda engañarse a sí mismo creyendo que se trata de una simple excursión con sus nuevos amigos. Skarsgård siempre destaca interpretando a hombres en un estado de negación tan profundo que apenas se conocen a sí mismos y acaban aferrándose desesperadamente a modelos prefabricados de masculinidad. Por otra parte, lo que más le atrae de Gabi es el hecho de que ella sigue sus propios deseos: en la playa, la joven no tiene reparos en masturbar a James cuando este menos se lo espera. Mientras conducen de vuelta al resort, James atropella y mata accidentalmente a un lugareño, pero Gabi no duda ni se siente culpable: simplemente tienen que huir.
James no tarda en cogerle el gusto a una horrible sensación de retribución psíquica, sumándose al grupo de millonarios reincidentes de Gabi. Los intereses mezquinos entran en juego a la hora de elegir un nuevo objetivo (una de las víctimas es alguien con quien Alban tiene una disputa profesional), pero la crítica que hace la película de los privilegios va más allá de esto: el principal atractivo de estos juegos mortales no es maltratar a los demás, sino pensar en la muerte propia.
En Possessor, una asesina que secuestra los cuerpos de otros para llevar a cabo sus crímenes acaba matando a su propia familia para erradicar los sentimientos de angustia y culpa provocados por su papel de esposa y madre compasiva. Por otra parte, la única forma que tiene de salir de un cuerpo secuestrado para volver al suyo es el suicidio. En Infinity Pool, los suicidios también son una forma ingeniosa de revelar el profundo autoodio de un personaje y su fantasía de escapar de su propio ser, pero en este caso las emociones se entrelazan con los sentimientos de culpa que pueden acompañar a los privilegios. Tal vez Cronenberg se basa en su propia experiencia como "nepo baby", pero la película expande el alcance de estas emociones hasta convertirlas en una reflexión social, casi existencial. Cuando James se dispone finalmente a regresar a casa, descubre que, a diferencia de sus nuevos amigos, no es capaz de volver a un mundo en el que debe sentirse cómodo sabiendo que cada día se cometen innumerables crímenes en nombre de su privilegio. Es un sentimiento con el que podemos empatizar hasta cierto punto, pero la película también es consciente de la amarga y triste ironía que supone volver a ver a este hombre abrumado por el miedo, convencido de su propia impotencia, incapaz de imaginar otra forma de avanzar.
Infinity Pool es una producción de Hero Squared (Hungría), 4 Film (Croacia), Celluloid Dreams (Francia), Film Forge (Canadá) y Elevation Pictures (Canadá). Celluloid Dreams se encarga de las ventas internacionales.
(Traducción del inglés)
Galería de fotos 21/02/2023: Berlinale 2023 - Infinity Pool
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© 2023 Fabrizio de Gennaro for Cineuropa - fadege.it, @fadege.it
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