18/02/2023 - BERLINALE 2023: El enérgico, y también impregnado de cierta melancolía generacional, primer largometraje de Anthony Lapia nos sumerge por completo en una fiesta techno underground

Anochece, las paredes están cubiertas de graffitis, los charcos se acumulan en un aparcamiento subterráneo en desuso, a lo lejos resuena un ritmo y la cámara se acerca hasta volverse intensamente sonora y nos muestra la localización subterránea de una fiesta techno desenfrenada. Durante más de seis minutos, en la pista de baile, una multitud extática de unas sesenta caras es grabada en primer plano contoneándose en una irresistible ola caleidoscópica de una proximidad física cercana al paroxismo del poder del sonido.

Así arranca After [+lee también:
tráiler
entrevista: Anthony Lapia
ficha de la película], el primer largometraje del francés Anthony Lapia, presentado en la sección Panorama de la 73ª Berlinale, una película minimalista y radical que impulsa al espectador a participar de esta euforia, de esta embriaguez de juerguistas y de las mentes desenfrenadas bajo la influencia química, en una comunidad que se mueve entre el bar y la sala de fumadores, evadiéndose en un espacio tiempo condensado en un lugar y en una noche, en un deseo febril de liberarse de los lastres del mundo exterior (las barreras de las clases sociales y de las convenciones, el futuro individual y colectivo en un mundo con ecos de caos) que también lleva consigo la evanescencia (“lo siento, no puedo dejar a mi amiga con un tipo al que no conoce”), la autodestrucción, la aniquilación. Pues hay un después, un lugar lejano, una realidad melancólica que el alba inevitablemente trae a la superficie.

Este “después” es encarnado por Félicie (Louise Chevillotte) y Saïd (Majd Mastoura). La primera es abogada penalista, el segundo es conductor de Uber. Se encuentran en la pista, congenian y se van de la fiesta en un momento de la noche al apartamento de Félicie. Allí, hablarán como reflejo de esta generación bajo la perfusión del sonido en la encrucijada entre la capitulación (“es siempre lo mismo, la gente moría apedreada, tus amigos son escandalosos, hay que cuidarlos”, “conoces a mucha gente con la que compartes cosas, pero no te acuerdas de nada. La energía de la que hablas es demasiado volátil, no existe”, “no sirve de nada pelearse porque ya estamos derrotados”, “el ser humano es estructuralmente malvado, tendemos a lo fácil, hacia lo peor. Mira el progreso: la humanidad nunca ha sido tan rica y tan avanzada, pero destruimos todo lo que tocamos”) y fragmentos revolucionarios de esperanza (“como te gusta lo mismo con la gente, algo pasa, eres muy poderoso, no estás solo”). Un debate existencialista, ecológico, político (¿náufragos o fuertes en el interior?) que terminará con un tierno abrazo, mientras la fiesta continúa en paralelo antes de que amanezca el día lívido en el centro de París con el sonido de una rebelión agitando el pavimento.

After, que mantiene el equilibrio entre un documental (la fiesta) particularmente exitoso, electrizante al ritmo de los fragmentos remezclados por Panzer, y contrapunto de ficción sostenida de ideología y de percepción del parisino contemporáneo en un ritmo totalmente diferente, es una película-experiencia atractiva en su modestia naturalista que escapa de la narración tradicional sin intención de sobreactuarla. Un intermedio que tiene su encanto, una cultura alternativa que tiene sus códigos, una juventud que no piensa menos…

After ha sido producida por Société Acéphale (que también gestiona las ventas internacionales) y por Salt for Sugar Films, y coproducida por Les films de l’autre cougar y Les productions du Mont Pelat.

(Traducción del francés)