14/11/2003 - Un delgadísimo Gérard Depardieu, visita Roma con Jean Reno para presentar Tais-toi, cuenta la hilarante aventura cinematográfica coproducida entre Francia e Italia

“Prefiero reír, aunque después de tantas comedias me gustaría interpretar una película de amor como The woman next door, pero películas así ya no se hacen”. Ha declarado Gérard Depardieu, de visita en Roma con motivo del estreno de la última película de Francis Veber Tais toi. Junto con el director y su compañero Jean Reno, también protagonista del film, el delgadísimo Depardieu nos cuenta esta aventura cinematográfica hilarante, coproducida por Filmauro de Aurelio De Laurentis y por las francesas UGC Images, DD Productions, EFVE Films y TF1 Productions, que en su país ha obtenido un éxito de público extraordinario (1.6 millones de espectadores en menos de dos semanas), gracias sobre todo a la insólita pareja de actores. “Me parece que el cine italiano y el francés por fin han encontrado su identidad”, ha añadido Depardieu, “Ahora lo importante es no perderla de nuevo. Nuestro punto fuerte son las historias y los guiones bien escritos. Los americanos son mejores que nosotros en el uso de los efectos especiales, dejémoslo que lo hagan”.
Clásica comedia francesa, Tais toi, cuenta las vicisitudes de dos prisioneros fugados: Quentin/Depardieu, hombre educado, pero estúpido, con el sueño de abrir un restaurante con un amigo que no tiene, y Ruby/Reno inteligente y más agresivo, con el único deseo de vengarse del hombre que asesinó a la mujer que amaba. Estúpido y con verborrea el primero, y silencioso y peligroso el segundo: juntos forman una pareja imposible que tras una rocambolesca evasión, tienen que huir de los gendarmes y sicarios. “Cada personaje que interpreto debe hacerme soñar”, ha dicho Jean Reno. Y parece que de verdad es así, porque parece ser que más que los espectadores, son los dos actores los que parecen divertirse más. “No cambiaría ni una sola broma”, ha subrayado Depardieu. “Al igual que con Ettore Scola, con Veber todo está perfectamente calculado. No cambiaría nada, ya que trabaja al menos tres años en el guión”. Tras clásicos como, La cabra y el más reciente, La cena de los idiotas, Veber recalca aún más su pasión por los cretinos: “La estupidez es un campo infinito”, concluye el director, “porque los estúpidos, a menudo son sorprendentes, mientras que los intelectuales son siempre previsibles”.
Distribuida por Filmauro, la película se estrena hoy en Italia.

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(Traducción del italiano)