11/12/2003

Lejos de la polémica reacción desencadenada en el 2002 por el informe Kriegel sobre las imágenes de violencia en televisión, el gobierno francés acaba de publicar con la máxima discreción el decreto que reforma la clasificación de películas, los preliminares y las restricciones en la programación televisiva. Los cambios, que serán efectivos a partir de marzo 2004, reforzarán el poder de los representantes de las familias. Estos cambios preocupan a los profesionales del Séptimo Arte.

Denunciando las consecuencias de la violencia en las pantallas, el filósofo Blandine Kriegel provocó el pasado año las protestas por parte de los profesionales del cine, que hicieron frente a los ataques centrados a la producción cinematográfica, asegurando que los sistemas de control funcionaban muy bien. Estas protestas no obtuvieron respuesta, ya que el nuevo decreto modificará los sistemas, adoptando modalidades más rígidas para seleccionar películas. Ampliada a nueve miembros, la comisión (que depende del Ministerio de Cultura) tendrá representantes de las familias y de médicos en el lugar de los de educación y de jóvenes.
Las decisiones de intercepción total de una película o prohibición (a menores de 18, 16, 12 años) se tomarán con mayoría relativa y no cualificada. Y sobretodo, una novedad, la prohibición a los menores de 18 años podrá ser votado si la película contiene “escenas de sexo no simuladas y escenas de sexo particularmente violentas".

(Traducción del francés)