17/12/2003

La polémica iniciada este verano con “el caso Jeunet-2003 producción” non parece tener fin. Ampliamente financiada por la Warner pero con una estructura jurídicamente francesa por la producción delegada, la película Un long dimanche de fiançailles había obtenido finalmente la autorización por parte del Centre National de la Cinématographie (CNC) como largometraje francés permitiéndole así el acceso a posteriores recursos del Fondo de ayudas. La delicada decisión tomada por David Kessler, director general del CNC, ha desorientado a todas las organizaciones de profesionales. Así, el Sindicato de productores independientes (SPI) y la Asociación de productores independientes (API) han presentado un recurso cuyo juicio no ha sido todavía hecho público. Por otra parte, el CNC está abierto a todo tipo de información para aclarar la espinosa cuestión del acceso, actualmente prohibido a las “sociedades extra-europeas”, al Fondo de ayuda, que da lugar a diversas interpretaciones de la ley. Una reflexión de la cual surgen propuestas que ni ellos son capaces de llegar a una decisión unánime.

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El CNC prevé en efecto volver abrir por primera vez desde 1992 el acceso al Fondo de Ayuda a las sociedades extra-europeas, con las siguientes condiciones: las obras tienen que rodarse en lengua francesa; el respeto a los porcentajes europeos y al menos 76 puntos sobre 100 de las obras francesas. “Esto da lugar a exigir que la casi totalidad de los gastos de producción (gastos artísticos y de realización) se efectúen en Francia y con un contrato francés. La producción tendría que estar obligatoriamente asociada a un productor europeo, establecido en Francia, como productor delegado o ejecutivo. “Hay que destacar, cosa que David Kessler no deja de hacerlo, que antes de 1992 las películas de François Truffaut por ejemplo, fueron producidas por los americanos y que actualmente el Fondo de ayuda está abierto a los distribuidores americanos.

Un debate que parece no tener fin ya que si ARP (Autores-Directores-Productores) y el Sindicato de los exportadores de películas francesas son favorables a las propuestas del CNC, el SPI, el API y el BLIC (Oficina para las relaciones de la industria cinematográfica) dirigido por Marin Karmitz están en contra. Este último ha declarado al diario francés “Le Figaro”: “Los americanos utilizarían nuestro sistema para producir películas que podrían hacer sin necesidad de ello. Y añadir que estas propuestas que rechazamos totalmente, no están en contra de la diversidad cultural”.

(Traducción del francés)