19/12/2003

En mayo de 2004 diez nuevos países entrarán a formar parte de la Unión Europea. No obstante la producción cinematográfica de estos países del centro y este de Europa ha dado señales de renovada vitalidad (sobretodo la República Checa y Eslovenia), su entrada en los mercados de la Unión Europea es muy limitada, con un share de apenas el 0,05 por ciento del total de espectadores para el periodo 1996-2002.

El nuevo informe del European Audiovisual Observatory, publicado en días pasados, ha analizado las tendencias de los mercados de los nuevos estados miembro.

La afluencia en las salas
Según el "Yearbook 2003" del Observatorio, el 2002 ha sido un año en el que se han alternado distintos resultados en cuanto a las asistencias. Entre los mercados más relevantes, sólo la República Checa ha mostrado un aumento del 3,2 por ciento con respecto al 2001. En Polonia, el mercado más grande de los diez, el número de espectadores ha disminuido ligeramente (-1,1,%), mientras que en Hungría, el segundo mercado en importancia, la disminución ha sido más pronunciada (-4,6%).
Los progresos más significativos se han dado en los mercado más pequeños, como el de Estonia, cuyo incremento (+19,5%) se ha debido al gran éxito de un filme nacional, Nimed marmortahvlil.
Las entradas vendidas por habitante se sitúan muy por debajo de la media de la Unión Europea, que es de 2,40 al año. Sólo Malta ha superado esta media (2,70), mientras que Letonia, Eslovaquia, Lituania, Polonia, República Checa, Chipre, Hungría y Eslovenia oscilan entre un 0,46 y un 1,32.

Producción
Son 92, según estimaciones del Observatorio, los largometrajes de los 10 países nuevos miembros en el 2002, con un aumento del 3 por ciento respecto al año precedente. En el 2001 se dio un verdadero boom productivo, con 89 film respecto a los 67 del 2000 (+33%). Pero las dificultades para obtener financiación de las televisiones públicas, principales inversoras en películas nacionales, han tenido recientemente un impacto negativo en la producción.

Los tres principales mercados desde el punto de vista de la afluencia en las salas son también los más activos en la producción: 27 largometrajes o documentales en Polonia, 24 en Hungría y 21 en la República Checa. La tendencia desde 1998 ha sido positiva para estos dos últimos países. Positiva también la tendencia de la producción eslovena, con 10 películas realizadas en el 2002 (de las cuales sólo una ha sido en coproducción).

Financiamientos públicos. El caso de Hungría
Los datos publicados por el Observatorio destacan cómo el nivel de fondos públicos para el cine y televisión en Hungría son superiores a los otros países del grupo de los diez. En el 2002 se han destinado en el país magiar cerca de 8,4 millones de euros, con un incremento del 64% respecto al 2001. Este refuerzo es debido a la duplicación del presupuesto de una de las principales fuentes de financiamiento, la Magyar Mozgókép Közalapítvány (Fundación Pública para la Cinematografía). En comparación, los fondos polacos y checos (respectivamente 1,6 y 2,2 millones de euros) parecen modestos, pero no hay que olvidar que estas cifras no incluyen las inversiones en la producción cinematográfica por parte de los canales públicos. La TVP, por ejemplo, coproduce casi la mitad de los proyectos en Polonia.
El origen de estos fondos proviene casi siempre del Estado. La excepción que confirma la regla es la República Checa, donde las ayudas a la producción provienen de rentas derivadas de la explotación de las películas realizadas en los estudios nacionales o de las tasas sobre las entradas vendidas por los cines.
Tras los excelentes resultados del 2001 las películas nacionales no han mantenido cuotas de mercado apreciables, con la única excepción de Estonia.
La bajada al 13 por ciento de las entradas vendidas por las películas nacionales en la República Checa es significativo. La cuota de mercado media de las películas checas desde 1996 ha sido del 20 por ciento, llegando al 30 por ciento en el 2001. El pobre resultado del 2002 podría estar causado por la ausencia de una “gran producción” doméstica con un presupuesto más alto, como Dark Blue Word, que en el 2001 conquistó la taquilla.

El acceso al mercado de la UE
A pesar de la popularidad de las películas nacionales dentro de sus fronteras, la difusión en otros mercados es desalentadora. La base de datos LUMIERE del Observatorio calcula que sólo 44 film provenientes de los nuevos estados miembros se han estrenado en la Unión Europea en el periodo 1996-2002. Estas 44 películas han totalizado 2,4 millones de entradas vendidas, una cuota de mercado de apenas el 0,05 por ciento. Más de la mitad de estas entradas fueron vendidas en el '96-'97 por una sola película, Kolya, película checa coproducida entre Gran Bretaña y Francia, con la colaboración de Eurimages.

(Traducción del italiano)