17/05/2005

Al contrario de los siete mercenarios, los "invisibles" de Sharunas Bartas no intenta restablecer la justicia para escaparse después. La película empieza con un exilio: un pequeño grupo de asociados deja los paisajes industriales de los puertos de Crimea y, como lo anuncia la canción triste del inicio de la película, la existencia de estos personajes se sitúa en un no man's entre el pasado y el presente, la diferencia y la identidad, la solidad y el deseo de estar acompañado.
Por eso, Seven Invisible Men se presenta como una especie de road movie, aunque no importa si se conduce todo recto o si se hacen círculos. En el desierto, estas tristes personas, interpretadas por Dmitri Podnozov, Saakanush Vanyan, Aleksandr Esaulov, Igor Cygankov, Rita Klein y Denis Kirilov encuentran otros exilados. Como los animales, acaban por reunirse. El silencio doloroso del inicio es entonces substituido por una cacofonía rusa, como una versión sórdida de la boda filmada por Pavel Lounguine en The Wedding. Vodka tras vodka, ellos ríen, lloran y cantan para caer en desespero una vez más. El purgatorio inicial se convierte en un ritual de purificación de fuego.
La película, producida por Paulo Branco es el fruto de la colaboración de la procura francesa Gémini Films (también responsable por la ventas internacionales y por distribución francesa de la película), de Madragoa Filmes (Portigal) y de Kinema Studio (Lituania). Se señala también la participación de Roaring Films (Holanda).

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(Traducción del francés)