email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

De vuelta a la realidad

por 

El baño de agua fría estaba a la vuelta de la esquina, y muchos exhibidores y productores británicos comprendieron que el período de euforia había pasado definitivamente. Desde entonces, algunas de las principales empresas independientes han desaparecido del mercado (J&M, Alibi, United Artists, Lola Films UK), mientras otras como Intermedia se marcharon a Hollywood. La apertura de Signpost Films en 2001 fue un valiente intento de Stewart Till por enfrentarse a la cruda realidad del mercado, pero su sueño duró poco: la compañía cerró sus puertas el mes pasado.
Los exportadores británicos están aún en cauta espera de tiempos mejores y todos, incluso las compañías que gozan de buena salud económica como Pathé International están en vilo, entre la cautela y la constante evaluación de factores de riesgo. “Pathé no incurrió nunca en grandes riegos”, confirma la directora de la empresa, Alison Thompson.
“Generalmente jugamos a largo plazo, siempre intentando tener películas muy diferentes, desde títulos de gran calibre como la película de Jane Campion In the Cup, actualmente en postproducción, hasta películas de nuevos directores cuyo éxito es menos previsible”.
Las empresas vendedoras se dirigen a los distribuidores internacionales según evolucione el mercado, polarizado entre dos tipos de productos: por una parte películas de género o dirigidas por directores muy conocidos (dos ejemplos que en el último MIFED tuvieron buenos resultados pueden ser la película de dibujos animados de Pathé The Magic Roundabout y The Company, de Capitol Film, dirigida por un director estimado y conocido como Robert Altman), por otra pequeñas películas de autor con el sello de un festival o de la crítica como Bloody Sunday de Portman o Quiero ser como Beckham de Work.
Según Angus Finney de Renaissance Films, “el mercado ha cambiado profundamente y las películas de 10 a 12 millones de euros son muy difíciles de financiar hoy día”. Es más, confirma, nos centramos en películas de 4 a 5 millones de presupuesto, mientras que las películas de 15 a 20 millones firmadas por directores estrella ingleses o estadounidenses como Neil La Bute (Nurse Betty), Roger Michell (Notting Hill) u Oliver Parker (Un marido ideal), son proyectos a futuro fruto de relaciones y contactos.
Si Renaissance usa su fondo de desarrollo de un millón de dólares para atraer a los directores más famosos, muchas otras compañías han decidido aumentar, por el contrario, sus actividades de producción y financiación. Es el caso de Hanway Films y de Winchester, que acaba de contratar al experto en ventas Gareth Jones (ex Alibi) como jefe del departamento de producción y financiación.
Ante la imposibilidad de confiar sólo en las ventas previas o en las inversiones como Film Four, que se ha retirado del mercado, los exportadores y productores británicos deben luchar mucho para reunir la financiación, por lo que muchos de ellos se han dirigido a fuentes financieras alternativas: subsidios, desgravación fiscal, coproducciones. Afortunadamente el Reino Unido sigue siendo visto como “el lugar apropiado” en términos de facilidades para obtener dinero, debido a que los incentivos fiscales se han prorrogado hasta 2005 y que el Consejo Británico del Cine cuenta con un presupuesto anual de casi 77,5 millones de euros, lo cual significa que los productores pueden contar con un máximo del 50 por ciento de su presupuesto con financiación local.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)
Hot docs EFP inside

Otra nota positiva proviene del grupo de películas inglesas vendidas por compañías con sede en el Reino Unido, películas con éxito de crítica y público como Quiero ser como Beckham, All or Nothing, Gosford Park y Bloody Sunday. El año 2003 tendría que estar nuevamente en la cresta de la ola, con películas muy esperadas que finalmente llegarán a las pantallas como The Mother de Roger Michell con Daniel Craig, To Kill a King de Mike Barker con Tim Roth e In the Cut de Jane Campion con Meg Ryan.
Atraídos tanto por la reducción fiscal como por la presencia de directores, productores y escritores de talento, algunas empresas estadounidenses han decidido apostar por la comunidad del cine londinense, otra buena señal para el Reino Unido. Así, Lakeshore ha contratado a Peter Rogers para supervisar desde Londes todos los proyectos de coproducción en Europa, y los productores Edgard Presuman y John Schmidt han contratado, siempre en Londres, a Jamie Carmichael (ex Icon) como director de ventas de Content International.
Para Alison Thompson, todos los exportadores británicos deben luchar en estos tiempos por estar en forma. “El panorama inglés se encuentra nuevamente en vísperas de una nueva era –sostiene- y los cambios inevitables de estos meses nos conducirán a nuevos caminos”.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy