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El Festival de Clermont-Ferrand 2003

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El festival de Clermont Ferrand se presenta todos los años como una de las más importantes citas del mundo dedicadas al cortometraje. Conocido desde hace tiempo como el “Cannes del corto” por la riqueza de su programa y por el espacio dedicado al mercado y a los encuentros entre productores, distribuidores y compradores, el Festival de Clermont tiene varias secciones a concurso: la competición nacional, para obras francesas de formato breve, la competición internacional que acogerá a 81 obras provenientes de unos cincuenta países y la competición creada el año pasado para películas en formato digital.
Los numerosos eventos paralelos enriquecen los diez intensos días de actividad de la edición de este año, muy popular entre jóvenes autores y estudiantes, así como entre los profesionales del sector.
Además de los concursos, hay muchos programas para profundizar en algunas cinematografías: siete de ellos se dedicarán a la producción argelina de obras en formato irregular, desde la guerra de independencia hasta hoy, para dar cabida a obras realizadas a pesar de la falta de medios técnicos y apoyos financieros en un país en el que el cine y la cultura tienen un papel marginal.
Para esta edición se ha creado, además, un ciclo sobre el cine alemán, constituido por unos cincuenta títulos, con obras juveniles de Fassbinder, Herzog, Wenders, precisamente porque Alemania, como sostiene el festival, tiene un papel importante en la escena mundial del cortometraje por la cantidad y calidad de su producción actual, fruto no solamente de un sistema descentralizado que permite que numerosos organismos ayuden al desarrollo del corto, sino también de una historia rica y singular.
Un homenaje a Venecia, ciudad cinematográfica por excelencia, presentará obras de varios autores que, fascinados por la ciudad y su laguna, ofrecen imágenes y miradas distintas y originales de la ciudad-plató, en las que surge el papel de cruce cultural de Europa que Venecia representó durante siglos.
Programas de cortos para niños y para escuelas, “Miradas africanas”, un homenaje a cineastas aborígenes y un espacio abierto para la Filmoteca de Québec contribuyen a fortalecer aún más la viva programación del festival de Clermont, por ahora una cita imperdonable para todos los interesados en el cine del mañana y en los nuevos talentos.

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