07/12/2005

Tres producciones nacionales llegan a las pantallas esta semana, lo que demuestra una vez más la creatividad de Bélgica en materia de cine. El francés Kirikou et les bêtes sauvages (Kirikou y los animales salvajes) de Michel Ocelot y Bénédicte Galup distribuida por Alternative Films que es objeto de una salida imponente con cerca de 30 copias (y se entiende, dado el éxito de los estrenos franceses, que casi todos estaban completos) y estas tres películas eclipsan dos producciones americanas y una película coreana.

Después de San Sebastian, Gante y coronada con los tres premios recibidos en el Festival de Salónica (leer la noticia), el primer largometraje de la flamenca Fien Troch Le Bonheur de l'autre [+lee también:
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ficha de la película] (La felicidad del otro) (Een ander zijn geluk) llega a las pantallas, llevado por par Kinepolis Film Distribution. Coproducción de Antonino Lombardo con los Países Bajos, este primer ensayo de una joven realizadora de 27 años está bajo el signo del cine nórdico, silencioso y oscuro. A partir de las consecuencias de un luto en una familia, Fien Troch "intentó explorar oposiciones esenciales:" el "crucial" que permanece no dicho y el "banal" se apodera de todo el espacio", dice ella .

Distribuido por Cinéart, el otro primer largometraje de la semana es la aventura colectiva de Dominique Abel, Fiona Gordon y Bruno Romy, interpretado por los dos primeros y producido por los tres (Valor mi amor). Comedia burlesca y tierna, que cuenta la búsqueda de otra realidad que una mujer, acosada por la absurdidad de su cotidiano, emprende, L'Iceberg [+lee también:
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ficha de la película], se inspira en el trabajo de los dos actores venidos del teatro donde sus piezas ya conocieron el éxito (Leer la entrevista).

Finalmente el Vendredi ou un autre jour (Viernes u otro día) de Yvan Le Moine (leer la crítica), presentado en Namur en septiembre pasado donde Imagine Film Distribution lo adquirió, completan este panorama belga.

(Traducción del francés)