26/09/2006

El 2006 se está revelando el año de la extravagancia en el 54 Festival de Cine de San Sebastián. Aplastados por la imponente presencia del Festival de Venecia antes, y de la Festa del Cinema de Roma poco después, el programa es de inconstante calidad, al menos como el tiempo de esta maravillosa ciudad.

En la sección nuevos realizadores “Zabaltegui”, la nota de color viene desde Islandia, con la película Niños [+lee también:
tráiler
ficha de la película] (Börn). El director Ragnar Braganson regala al público un ensayo sobre la familia, entendida como núcleo heterogéneo, donde amor y odio conviven sin dejar nunca espacio a la indiferencia. Niños cuenta la historia de tres familias, muy diferentes entre ellas en número y composición, con un elemento en común: la ausencia de una figura paterna estable. Tres mujeres, la primera Káritas, con sus 4 hijos, crían sus niños en situaciones desesperadas, intentando, al mismo tiempo, mantener el amor por la vida y su individualidad como seres humanos.

Rodado totalmente en blanco y negro, y dotado de aquella ausencia/exceso de luz típico del norte de Europa, Niños transmite un mensaje claro y violento: amar con locura y odiar desde lo más hondo del alma son sentimientos similares, cuyo único resultado es la destrucción de la vida. El dialogo es la única salvación. Y si cayéramos en el error de creer que el blanco y negro es una elección estética para acrecentar la frialdad de la película, Börn aclara desde las primeras secuencias que los sentimientos no necesitan colores o efectos especiales para ser trasmitidos, basta con vivirlos.

Niños, candidato al Oscar para Islandia, es una producción 100% nacional (Vesturport/Artbox), lo que es una novedad insólita y agradable, que invita a una reflexión sobre el sentido de la definición de “cine europeo”. Desde Islandia hasta Turquía, y cruzándonos con la riqueza de la contaminación mediterránea, la cultura del celuloide nos enseña que el valor añadido de este continente es la diversidad, fruto del amor y del odio. Sin embargo, gracias al dialogo, conseguiremos llevar adelante esta esperpéntica familia.

(Traducción del italiano)