14/02/2007

La 23ª edición del Festival Internacional de Cine de Amor de Mons (9-16 febrero) bate su propio récord, con la presentación de 77 largometrajes, 42 cortometrajes, de 28 países diferentes, Europa está especialmente presente en la competición internacional que presume de una buena selección: los títulos franceses Lady Chatterley [+lee también:
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ficha de la película], de Pascale Ferran (leer la noticia), presentados al mismo tiempo en Berlín, y Pardonnez-moi [+lee también:
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ficha de la película], de Maïwenn; la italiana Arrivederci Amorce ciao [+lee también:
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ficha de la película], de Michele Soavi; la coproducción germano-suiza Das Fräulein [+lee también:
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ficha de la película], de Andréa Staka, y la también alemana Emmas Glück [+lee también:
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ficha de la película], de Sven Taddicken; la española AzulOscuroCasiNegro [+lee también:
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ficha de la película] (leer la entrevista del director); y la primera película de la actriz Julie Delpy, Two Days in Paris [+lee también:
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entrevista: Christophe Mazodier
entrevista: Julie Delpy
ficha de la película] (leer la noticia), también en la muestra berlinesa.

El Festival presenta también un Panorama de cine italiano que incluye producciones recientes sin distribuidor en Bélgica como La Guerra di Mario, de Antonio Capuano, o La Bestia nel Cuore [+lee también:
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ficha de la película], de Cristina Comencini, homenajes al director italiano Tinto Brass y al francés George Lautner, un Focus sobre Turquía, otras dos secciones -" Lumières d'ailleurs (lit. Luces de otros lugares)" y " Regards Croisés" (lit. Miradas Cruzadas-, donde se proyectan anticipadamente otras películas sin distribuidor (La vraie vie est ailleurs, del suizo Frédéric Choffat, Il a suffit que Maman s'en aille… [+lee también:
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ficha de la película], del francés René Ferret), y, por último, algunos preestrenos, entre los que se encuentran dos películas belgas, J'aurais voulu être un danseur, de Alain Berliner, y Voleurs de chevaux [+lee también:
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ficha de la película], de Micha Wald.

Proyectado en presencia del equipo al completo que descubrió por primera vez este trabajo, este primer largometraje (leer la noticia Rodaje) brillante y lírico se sitúa en una Ucrania más o menos imaginaria de principios del siglo XIX y construye una especie de anhelante puerta cerrada a cielo abierto, entre dos parejas de hermanos de uniones fusionadas y complejas. Dividida en tres partes, las dos primeras magníficamente etéreas, Voleurs de Chevaux se encamina, llevada por la ira tenebrosa y muda de sus dos actores principales, Adrien Jolivet y Grégoire Colin, hacia un duelo final que deja sin palabras.

En el marco de la presentación de su primer largometraje, producido por Versus y apoyado por la Comunidad francesa de Bélgica, los Premios Gallo, que distinguen a aquellas personalidades destacadas que han obrado en favor del cine, fueron entregados ayer por la noche por un jurado presidido por el Delegado General del Festival, André Ceuterick. El Premio de la Crítica recayó sobre el periodista Nicolas Crousse, del periódico Le Soir, mientras que el de Distribución fue para Nathalie Meyer, de La Big Family, una empresa muy nueva y dinámica que se dedica a la promoción y difusión de los cortometrajes belgas a nivel internacional, y finalmente el de Explotación para Géraldine Cambron por su trabajo de programación de calidad en la sala de cine, L’Ecran, en la zona rural.

(Traducción del francés)