06/03/2007

Repliegue estratégico para UGC , el primer exhibidor de Francia, que anunció ayer que propone "un statu quo de dos años sobre las tarjetas ilimitadas." El presidente del grupo, Guy Verrechia, había lanzado la polémica a finales de enero (leer el artículo) indicando su intención de bajar de 5,03 a 4,26 euros la remuneración otorgada por las salas a los distribuidores (que comparten luego con los productores y los autores) de cada entrada registrada con una tarjeta de abono UGC. Por 18 euros al mes, ésta da un acceso ilimitado a las 470 salas UGC de Francia y también (por obligación legal) a los cines independientes de proximidad que deseen adherirse al sistema. Tras sufrir manifiestamente presiones por parte de las autoridades públicas con el fin de mantener las tarifas en vigor, UGC (cuya autorización para la tarjeta ilimitada debe ser renovada el 18 de marzo por el Centro Nacional de la Cinematografía) prefiere "dejar al conjunto de los actores el tiempo para acordar la definición de las nuevas prácticas" pero destaca las "distorsiones de competencia entre las distintas salas de cine, algunas de las cuales difunden sin obligación de precio y horarios las mismas obras en condiciones de duración y remuneración incomparables".

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Entre las primeras reacciones figura una común del ARP ARP (Auteurs-Réalisateurs-Producteurs) y de la SACD (Auteurs-Compositeurs Dramatiques) que "desean que la suspensión de este proyecto permita conseguir una reglamentación reforzada y más estricta de las tarjetas de acceso ilimitado para evitar en el futuro que un actor dominante de la exhibición pueda imponer su ley y sus condiciones en un contexto económico a menudo frágil y penalizar a los creadores, que están en el centro de la diversidad cultural. Reclamando una verdadera transparencia del sistema de tarjetas de acceso ilimitado, cuya gestión se juzga opaca, la ARP y el SACD no se privan tampoco de ironizar considerando que es "agradable constatar que UGC, que ha reforzado hasta ahora su posición dominante en el sector de la exhibición, pide de aquí en adelante que las autoridades públicas y la profesión se interroguen sobre el juego de la competencia desleal entre las distintas salas de cine".

(Traducción del francés)