01/09/2007

El primer título italiano proyectado en competición en el Festival de Cine de Venecia corresponde a Nessuna qualità agli eroi, de Paolo Franchi, una continuación de su aclamada ópera prima, La spettatrice, en 2004.

Mientras que su última película trataba sobre la incapacidad para amar, este nuevo trabajo se resume, en palabras del propio Franchi "en la incapacidad para odiar". Ello no significa que la película sea un trabajo sobre pacifismo o que predique la paz. De hecho, el director la describe como una "película tan negra como las sombras y la oscuridad de la noche".

Nessuna qualità agli eroi está interpretada por el actor francés Bruno Todeschini, por la suiza Irène Jacob y la estrella emergente italiana Elio Germano (cuyas nacionalidades encajan con los tres países productores). Germano encarna a un indiscreto joven italiano que se mete en la vida de una pareja ginebrina residente en Turín. No está claro lo que desea, aunque parece saber lo que el hombre (Todeschini) debe, algo que esconde a su esposa (Jacob), como el hecho de acabar de saber que es estéril.

A partir de esta sencilla premisa, Franchi teje una historia de los problemas personales sin resolver de los dos hombres; sin resolver entre ellos pero, especialmente, entre cada hombre y sus respectivos padres. La película ofrece a los dos actores masculinos una gran oportunidad para demostrar su talento interpretativo en numerosos primeros planos, mientras que el personaje de Jacob queda un poco a la banda del guión.

Turín y Ginebra gozan de una apropiada mirada negra, grabadas a menudo de noche y empapadas de lluvia, con una tenue luz que crea una penumbra siempre cambiante, bellamente capturada por su director de fotografía, Cesare Accetta.

Nessuna qualità agli eroi (título que hace referencia a un cuadro que aparece en la película) ha sido producida por I.T.C. Movie, Bianca Film y Ventura Film, con la colaboración de MiBAC, Rai Cinema y RTI – RTSI (Televisión suiza).

(Traducción del inglés)