12/02/2008

Una larga ovación ha puesto el punto y final a la proyección de Happy-go-lucky [+lee también:
tráiler
ficha de la película], el último y muy esperado trabajo del controvertido director inglés Mike Leigh, en liza por el Oso de Oro de la Berlinale. La película, un auténtico manifiesto del poder del optimismo, ha aportado una buena dosis de frescura en un festival que normalmente se caracteriza por temas de gran dureza y amargura.

Ya desde el título, Happy-go-lucky (que literalmente significa tomarse la vida con ligereza), se adivina que la protagonista, la profesora Pauline, más conocida como Poppy, es bastante despreocupada, aunque no por ello no tenga problemas como el resto.

Poppy vive en una Londres que parece una explosión de colores junto con una amiga, también ella profesora. Su vida es alegre, dividida entre el colegio, las clases de flamenco y de coche. Un mundo donde el sol brilla siempre, que, aunque se encuentre bien lejos de los cuentos, siempre consigue llevar un poco de felicidad a la vida de la dicharachera profesora.

El director, en cuya filmografía encontramos auténticos éxitos de crítica y público, como Naked (Indefenso) (1993) y Secretos y mentiras (1996), ganadora de la Palma de Oro en Cannes, y El secreto de Vera Drake [+lee también:
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ficha de la película] (2004), León de Oro en Venecia, es muy conocido por su singular modo de dirigir a los actores, que se basa en un sistema de improvisación planificado y en la reconstrucción de cada personaje por separado, basándose en sus circunstancias individuales.

“En mis películas no juzgo a nadie, sino que hago preguntas”, ha dicho Leigh, “me gusta la idea de crear un mundo real, de verdad, que casi se puede tocar”.

Happy-go-lucky ha sido producida por Simon Channing Williams para A Thin Man Films Ltd., que fundó junto con el director, y con la ayuda de Channel Four. Las ventas internacionales pertenecen a la londinense Summit Entertainment.

(Traducción del italiano)