El realizador, nacido en la región de Agrigento, cerca de los lugares que evoca en su película, pero instalado en Palermo, intentó (en colaboración con sus co-guionistas Evelina Santangelo y Sandro Dieli) “reconstruir la identidad colectiva de ese territorio basándose en los relatos de sus habitantes”. Así nacen las historias paralelas (pero destinadas a entrecruzarse) de Gaetano y Ali, el primero un joven siciliano que se niega a seguir a su padre a Mannheim, y el segundo un clandestino naufragado sobre las costas de la isla.

Esas dos figuras de inmigrantes evocan la Italia de hoy, tierra de asilo para muchos, y de fuga para otros, pero que para La Marca, significan también «la metáfora de una condición existencial propia a toda la humanidad contemporánea, que no logra dar a su futuro una verdadera dirección”.

La terramadre, rodado en HDcam con la dirección de fotografía de Tarek Ben Abdallah y luego convertido en 35mm, es uno de los tres proyectos (con The Palermo Shooting [+lee también:
tráiler
ficha de la película], de Wim Wenders, y Rosso malpelo, de Pasquale Scimeca) financiados por los fondos otorgados por la Unión Europea a Sicilia. “Mi presupuesto fue el más limitado”, subraya La Marca a propósito de los 500.000 euros obtenidos para la realización de la cinta, cuyo estreno en Italia está previsto para finales de septiembre.

(Traducción del italiano)