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PELÍCULAS / CRÍTICAS

Behind the Glass

por 

- Un triángulo amoroso sirve de pretexto para reflejar el periodo de transición en Croacia. Un filme sobre un conjunto de personas atrapadas en las redes del destino, contado por un observador distante

Las películas de Zrinko Ogresta son a menudo descritas como tragedias humanas. Red Dust (1999, que participó en la sección oficial del festival de Venecia y ganó los premios a mejor película en Haifa, Roma y Flagstaff) se centra en la vida de un boxeador de gran corazón y un montón de inmerecidos problemas. En Here (2004, ganadora del premio especial del jurado en Karlovy Vary; mejor película en Milán y Denver; y premio de la crítica en Montpellier), retrata la lucha de varios personajes en una situación vital de transición.

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(compitió en la sección oficial de Karlovy Vary y ganó el premio del público en el festival de Motovun), Ogresta se concentra en un triángulo amoroso formado por el arquitecto de éxito Nikola (Leon Lucev), su colega y amante Ana (Darija Lorenci) y su mujer Maja (Jadranka Djokic). Nikola está atrapado entre dos mujeres: su amante durante seis años, que le pide que se divorcie; y su mujer, que sabe de su infidelidad. Además, el protagonista comienza a tener problemas en el trabajo con un compañero corrupto.

La película también es una mirada social a un tiempo determinado y un país, Croacia, durante la transición. Como en Red Dust, centrada en la situación de pre y posguerra en Yugoslavia; y Here, sobre los primeros años de la transición; Behind the Glass se concentra en el sufrimiento humano de la clase media alta en la sociedad croata moderna.

Como sugiere el título, el espectador contempla a los personajes desde la distancia. Uno siente que el director ha creado a los protagonistas para después dejarlos a merced de todos los incidentes que les puedan ocurrir. Un pretexto sirve para aproximarse a los personajes y a su historia en forma de leit-motif – un alga venenosa que ha sido accidentalmente sacada de un acuario de Mónaco y esparcida por el Mediterráneo, destruye toda la vegetación marina.

"Es mi película más personal, pero no en el sentido de que sea autobiográfica, aunque hay elementos de ese tipo, sino porque deja al descubierto mis sentimientos y mi manera de ver la vida", ha dicho Ogresta. "Estamos todos en manos de una fuerza mayor, llámese providencia o Dios, y a veces no podemos escapar, por mucho que lo intentemos. Creo que cualquiera puede reconocerse en alguno de estos personajes".

El espectador contempla como un voyeur la vida de Nikola, Maja y Ana, que viven en una constante y muy humana lucha por el amor y la pertenencia. El director de fotografía Davorin Gecl, que colaboró con Ogresta en Red Dust y Here, trabaja con dos cámaras por primera vez y muestra la vida de los personajes a través de ventanas, grietas, puertas entreabiertas y espejos.

Toda la película pretende resaltar esa distancia, excepto cuando, en una escena, la cámara se concentra en los ojos de Lucev, reflejados en el espejo retrovisor de su coche. Ése es el único instante en el que el espectador se siente directamente conectado con el personaje principal. De todos modos, este acercamiento no alivia de ninguna manera la sensación de que cualquiera de nosotros podría encontrarse en una situación similar en cualquier momento, si es que no se ha encontrado ya.

El presupuesto de producción de la película es similar al que habitualmente manejan las películas europeas, lo que demuestra el espectacular avance de las producciones croatas en este sentido. Sólo dos de las siete películas que compitieron este año en el festival de Pula estaban por debajo de la media europea en cuanto a presupuesto.

Behind the Glass sobresale como la película croata del año, lo que lleva a dos reflexiones. Una positiva, la calidad del producto; y otra negativa, la situación de la industria cinematográfica en el país. La película tiene muchas posibilidades de triunfar en los festivales de todo el mundo: ha sido invitada a numerosos de ellos, incluyendo el Cairo, Gotemburgo, Denver y Gante.

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