01/10/2002 - Amores y fantasmas del pasado para el director de origen turco nuevamente en el plató. Nada de efectos especiales ni superficialidades en La finestra di fronte, con Giovanna Mezzogiorno y Raoul Bova

Mientras el cine italiano sale en un lento pero seguro viaje al exterior, dividido entre Europa (en Francia se estrena el 11 de octubre El último beso de Gabriele Muccino) y Estados Unidos (tras La habitación del hijo acaba de salir Le fate ignoranti (Las hadas ignorantes) de Ferzan Ozpetek), en Italia se sigue trabajando con diligencia.
Ferzan Ozpetek ha inaugurado este otoño de 2002 cerrando en Roma el 30 de septiembre la primera claqueta de su nueva película La finestra di fronte (La ventana de enfrente), con Giovanna Mezzogiorno, Raoul Bova y Massimo Girotti como intérpretes principales. Tras haber confiado una vez más en sus productoras anteriores, Tilde Corsi y Gianna Romoli, y con un presupuesto más alto que en su película anterior, el director de origen turco se inspira en una novela de Georges Simenon para relatar el encuentro entre una joven pareja y un anciano judío que ha perdido la memoria tras numerosos sufrimientos en la Gran Guerra. Escrito y reescrito once veces con la colaboración de las dos productoras, y amigas, de la película, se rodará durante las próximas diez semanas y su estreno está previsto para febrero de 2003 en Italia. Una historia de amor y de fantasmas del pasado que, a decir del director, refleja todos su “mandamientos” como hombre y como artista: nada de efectos especiales, ningún movimiento inútil de cámara, “sólo el deseo de entrar en la cabeza de la gente y de conmoverla en un momento en el que el mundo pierde la capacidad de reconocer los verdaderos sentimientos”.

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(Traducción del italiano)